Tras el reciente escándalo de la pseudo psiquiatra Marilyn N., ahora se suma otro caso de usurpación de profesión en el ámbito médico, esta vez en el área de oncología pediátrica. con el caso de María del Carmen N.
La mujer, quien se presentó durante años como oncóloga pediatra, es señalada por ejercer ilegalmente esta especialidad en una fundación que brinda apoyo a niños con cáncer en San Andrés Cholula.
La denuncia fue dada a conocer en un video difundido por el portal Salud FM, donde se señala a María del Carmen G. de utilizar un título falso de oncóloga pediatra, mientras que, en realidad, solo cuenta con la cédula profesional que la acredita como Médico Cirujano, sin formación en oncología.
Según el video, la mujer ha estado involucrada con la Asociación para Niñas y Niños con Cáncer “Una Nueva Esperanza” durante más de seis años, atendiendo a menores con cáncer bajo un título que no posee.
El video revela una receta médica expedida por la acusada en la que se observa que la cédula profesional que ella utiliza corresponde a la de Médico Cirujano, sin que exista evidencia de su especialidad en oncología pediátrica en el Registro Nacional de Profesionistas.
Esto confirma la denuncia sobre la usurpación de funciones y la falta de la formación necesaria para tratar a pacientes oncológicos.
Además, el material expuesto resalta el trato inapropiado que, según padres y niños, ha mostrado la acusada. En el video, se describe a María del Carmen N. como una persona de actitud “déspota y grosera” con los pacientes y sus familias, quienes, lamentablemente, se han sentido intimidados para no denunciarla por miedo a perder los apoyos y tratamientos que reciben en la fundación.
El caso ha generado una fuerte indignación entre los afectados, quienes exigen una pronta intervención de las autoridades para esclarecer la situación y evitar que más niños sean atendidos por una persona sin la preparación adecuada.
La fundación aún no se ha pronunciado sobre el incidente, pero se espera que, dada la gravedad de la denuncia, se tomen las medidas correspondientes.
Este nuevo caso de usurpación de funciones en el ámbito médico pone en evidencia la vulnerabilidad de muchas personas que, por desesperación, buscan ayuda en instituciones de apoyo social, sin saber que en ocasiones, quienes les brindan atención no están capacitados para hacerlo.