El gobierno del estado solicitará a la empresa organizadora del Palenque que los artistas que se presenten durante la Feria de Puebla se abstengan de interpretar corridos tumbados, en atención al llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum para evitar la promoción de música vinculada al narcotráfico.
En entrevista, el titular de la Secretaría de Gobernación estatal, Samuel Aguilar Pala informó que se hizo un exhorto formal a los organizadores, a pocos días del inicio de la feria, que se llevará a cabo en la zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
Aunque reconoció que no existe una sanción legal que prohíba este tipo de contenido musical, Aguilar Pala insistió en que se trata de un acuerdo con las empresas encargadas de la contratación de artistas, con el objetivo de evitar mensajes que hagan apología a la violencia o el crimen organizado.
“Se hizo el exhorto a que no se interpreten corridos tumbados. No hay una sanción establecida, pero sí es una recomendación que se acordó con las empresas responsables. Esta medida aplica para todos los conciertos”, explicó el funcionario.
Además, señaló que ya se cuenta con un protocolo de actuación ante posibles incidentes relacionados con este tipo de presentaciones, y que en el transcurso de la semana se realizarán reuniones con las empresas y áreas involucradas en la logística y seguridad del evento.
La Feria de Puebla 2025 se llevará a cabo del jueves 24 de abril al domingo 11 de mayo, y se espera una gran afluencia de asistentes tanto de la capital poblana como de otros estados del país.
Este llamado ocurre en un contexto de tensión tras el hallazgo reciente de cuerpos abandonados cerca del Centro Expositor, junto a un mensaje que decía: “Bienvenidos a la Feria de Puebla 2025. Puebla arderá”.
El debate sobre los corridos tumbados se intensificó luego de que el cantante Luis R. Conriquez se negara a interpretar varias de sus canciones con referencias al crimen organizado durante un concierto en Texcoco.
Su decisión provocó el enojo del público, que respondió con abucheos, lanzando objetos al escenario e incluso causando destrozos en el equipo e instrumentos musicales.
La medida impulsada por el gobierno estatal se alinea con la postura del gobierno federal, que busca evitar la normalización de las organizaciones delictivas a través de la música.