Puebla se posiciona como la entidad con mayor tasa de letalidad por tos ferina en el país, al registrar dos muertes en menores por cada 7 contagios durante las primeras 15 semanas de 2025, según el reporte más reciente de la Secretaría de Salud federal sobre enfermedades prevenibles por vacunación.
Aunque el estado no presenta el mayor número de casos confirmados —solo siete de los 27 probables contagios—, la tasa de letalidad en la entidad es de 28.6 por cada 100 casos confirmados, muy por encima del promedio nacional de 6.0. En 17 estados del país no se reportó ningún fallecimiento por esta enfermedad.
A nivel nacional, únicamente 15 entidades federativas registraron algún índice de letalidad por tos ferina. Puebla lidera la lista, seguida por Campeche (20.0), Chiapas, Jalisco y San Luis Potosí (todos con 16.7). En contraste, Aguascalientes presentó la tasa más baja, con 2.7, pese a tener 73 casos confirmados.
Por ejemplo, Jalisco y Ciudad de México también registraron siete defunciones, pero entre más de 70 pacientes infectados.
La Secretaría de Salud federal informó que, hasta el corte del reporte, en todo el país se habían registrado 45 muertes por tos ferina, de las cuales dos correspondieron a Puebla, en menores sin esquema de vacunación.
Desde el 13 de marzo, el secretario de Salud estatal, Carlos Oliver Pacheco, confirmó el fallecimiento de dos bebés en el hospital La Margarita del IMSS en Puebla.
El primer deceso fue el 20 de enero y correspondió a un niño de un año tres meses. La segunda muerte ocurrió el 27 de febrero, en una bebé de la misma edad.
Ante este panorama, el funcionario anunció la intensificación de la campaña de vacunación en menores de dos años, al reconocer que la tos ferina afecta al 90 por ciento de las personas no vacunadas.
La Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud detalló que la tos ferina es una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa, que se adquiere al entrar en contacto con secreciones de las vías respiratorias de una persona infectada.
Síntomas de la tos ferina
Los síntomas se presentan entre una y dos semanas después del contagio, y se asemejan a los de un resfriado común: secreción nasal, fiebre y tos ocasional, que con el tiempo se vuelve más intensa.
El tratamiento se basa en la administración de antibióticos, y los bebés son los más vulnerables, con mayor riesgo de complicaciones graves e incluso la muerte.