Puebla

Sensores de bajo costo, la apuesta de la BUAP para combatir la contaminación

Desarrollan sensores portátiles y económicos para medir la concentración de contaminantes en Puebla y fortalecer la red de monitoreo atmosférico.

Para contar con un diagnóstico más preciso sobre los contaminantes atmosféricos que afectan la salud pública y el medio ambiente, investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) trabajan en la calibración e implementación de sensores de bajo costo en la ciudad de Puebla.

Estos dispositivos permitirán medir la concentración de partículas suspendidas —PM10, PM2.5 y PM1.0— en diversos puntos de la metrópoli, cuya exposición agrava enfermedades respiratorias y puede derivar en muerte prematura.

Actualmente, la capital poblana dispone apenas de cuatro sitios de monitoreo de nivel regulatorio, una cantidad muy por debajo de las cerca de 40 estaciones existentes en la Ciudad de México. Ante ello, científicos de la BUAP desarrollaron instrumentos que cuestan entre 3 mil y 5 mil pesos, en contraste con los dispositivos gubernamentales que alcanzan los 3 millones de pesos.

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Primeros sensores: cerca de hospitales, escuelas y el centro histórico

El doctor Marco Antonio Mora Ramírez, investigador de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) y responsable del proyecto, informó que los primeros sensores fueron colocados en una primaria en la colonia San Manuel, junto al Hospital Universitario de Puebla (HUP), en Valsequillo y en el Departamento de Investigaciones Arquitectónicas y Urbanísticas (DIAU), ubicado cerca del zócalo.

La estrategia contempla una segunda fase, en la que, con apoyo de la comunidad universitaria y de familias poblanas, se instalarán más sensores en azoteas de casas en distintas zonas de Puebla, así como en Tlaxcala.


Además, la información generada se combinará con modelos de calidad del aire que consideran emisiones de vehículos, fábricas, cenizas y factores climáticos.

Sensores portátiles: tecnología eficiente y calibrada con inteligencia artificial

Los sensores diseñados en la BUAP operan bajo el mismo principio que los equipos de nivel regulatorio, mediante la dispersión de la luz con un láser, explicó el académico. Del tamaño de una cajetilla de cigarros, consumen menos de 1 watt de energía y el equivalente en internet a descargar un video corto de cinco minutos al mes.

Debido a factores como la humedad que pueden alterar las mediciones, los dispositivos se calibran utilizando inteligencia artificial (IA) en colaboración con investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa y la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la BUAP.

Relacionan calidad del aire con casos de asma


Otro componente del proyecto consiste en correlacionar los niveles de contaminación con la severidad de enfermedades respiratorias, en particular el asma. Para ello, los investigadores establecieron una colaboración con el HUP para estudiar 60 casos de pacientes infantiles y adultos, instalando sensores en las viviendas de los pacientes.

Asimismo, el equipo realizó una campaña de medición de partículas finas y ultrafinas en calles y cruces peatonales para evaluar la exposición a contaminantes. Entre los hallazgos, se detectó una alta concentración de partículas debido a la resuspensión del polvo ocasionado por el tráfico vehicular, especialmente en zonas adoquinadas y paraderos del RUTA.

“Se sugiere mantener un mínimo de dos metros de distancia entre los paraderos y la calle para reducir la exposición de los usuarios”, advirtió el doctor Mora Ramírez.

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Una red ciudadana hacia el futuro

La portabilidad de los sensores permitirá extender su uso en calles y avenidas para fomentar la movilidad peatonal y el uso de transporte sustentable, como la bicicleta. Además, el próximo año se planea adquirir un equipo regulatorio que fortalecerá el proceso de calibración y validación de los datos.

El equipo de investigación está conformado por los doctores Marco Antonio Mora Ramírez, Jenaro Reyes Matamoros, Emma Sánchez Rinza y Carmen Cerón Garnica.

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“Tenemos que aprender a integrar esta tecnología para generar más y mejores datos. La salud depende de lo que respiramos y la operación de una ciudad como Puebla cada vez más dependerá de los datos”, concluyó el doctor Mora Ramírez.

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