El presidente municipal de Querétaro, Luis Nava, señaló que el proyecto de un nuevo panteón que prometió para la actual administración se encuentra detenido debido a complicaciones con la donación de un terreno ejidal.
El alcalde explicó que se entablaron pláticas con representantes ejidales en las delegaciones de Santa Rosa Jáuregui y Felipe Carrillo Puerto, a quienes se les pidió un predio en donación. No obstante, dijo, los diferentes procedimientos y formalidades que establece la legislación agraria en cuanto a la donación de predios ejidales han retrasado el avance, por lo cual no hay fecha estimada para la construcción del noveno cementerio en la capital.
“Nosotros nos comprometimos a hacer el panteón en la medida en que pudiéramos recibir el terreno y que los interesados nos pudieran hacer la donación. En este caso, era un ejido el que tenía el interés de pasárnoslo, sin embargo, no han avanzado mucho en el tema de la entrega del predio a la administración municipal, y, por lo tanto, no tenemos con certeza la definición de cuándo podríamos hacer esta inversión, ya que dependeríamos de la aportación del terreno”, dijo.
Al ser cuestionado sobre si el proyecto pudiera concretarse en un terreno de propiedad del municipio, el edil aclaró que en el patrimonio municipal no hay predios con las características requeridas para un panteón, por lo cual la donación es necesaria. Afirmó también que su gobierno cuenta con las capacidades financieras, técnicas y operativas para edificar la infraestructura; no obstante, reiteró, el proyecto dependerá de lo que definan los ejidatarios.
“No lo veo tan complicado en tanto todos se organicen y todos quisieran aportarnos el terreno para poderlo hacer. La verdad es que tenemos la capacidad financiera, técnica y operativa para poder hacer este proyecto realidad, ahorita coloquialmente la pelota está del otro lado de la cancha, en la parte de los ejidatarios que querían hacernos la aportación del terreno”, sostuvo.
De acuerdo con la Secretaría de Servicios Públicos Municipales, los ocho panteones de la capital están en promedio al 96% de su capacidad. De las 43 mil fosas totales, únicamente quedan disponibles 2 mil 102, además de un espacio para colocar otras 2 mil 470.
Se estima que el 60% de los difuntos, que corresponden a aproximadamente 25 mil 800 criptas, ya superaron el límite de 6 años enterrados que marca la ley municipal.