En Querétaro el consumo promedio de agua per cápita es de 236 litros, a pesar de que la Comisión Estatal de Aguas está obligada a dotar de 200 litros por persona, explicó Enrique Uribarren, presidente del Observatorio Ciudadano para la Protección Ambiental, al recordar que el estado mantiene la necesidad de una ley estatal de aguas.
Aunque se planteen proyectos a gran escala como lo es ahora el sistema “Batán, Agua para todos”, también consideró necesaria una legislación que dé pauta a nuevas políticas de suministro, cuidado y distribución.
“Hoy lo razonable y desde el hogar sería buscar reducir mis consumos, inclusive que fuera de 150 a 180 litros por persona, lo que implicaría una disminución de 56 litros diarios”, ahondó al agregar que también estos esquemas se deben acompañar de programas de sensibilización en materia ambiental.
Enfatizó que en las últimas fechas se ha observado el impacto del cambio climático, como la falta de lluvia y sequías, y que, aunque mucho se habla de la crisis hídrica, la población continúa considerando que la falta del vital líquido es cosa de “ciencia ficción”, por lo que recordó la necesidad de trabajar en un esquema integral.
“Tiene que haber, y como lo he señalado en múltiples ocasiones, una auténtica legislación de agua para el estado de Querétaro, porque hoy tenemos una ley que regula la última parte de la cadena del agua, que fue la ley que regula la prestación de los servicios de agua potable, drenaje y alcantarillado”.
La ley aprobada en 2022 por el Congreso local, y que generó descontento en la población, puntualizó que, si se equipara a una serie, se trata del capítulo 8 y faltan un marco normativo que contemple del 1 al 7.
“En donde se incluya la obligatoriedad de hacer una prospectiva a futuro de como se vislumbra el balance hídrico, y cuando hablo del balance hídrico es considerando las tendencias de calentamiento y disminución de precipitación pluvial”, explicó al agregar que solo en función de ello se podrá lograr una mejor distribución y uso del agua.
Por ello, remarcó que el agua debe ser uno de los temas prioritarios en las agendas de todos los gobiernos y todos los congresos, e inclusive considerarse como un tema de seguridad nacional, por lo que apeló a que exista este compromiso en los próximos legisladores locales, ya que es un recurso motor para el desarrollo económico y social, y su desabasto dejaría al estado en una situación lamentable.