Tras 20 años sin registro local, el Partido del Trabajo confía en que logrará esta meta con los resultados del próximo 2 de junio, destacó Valeria Flores, comisionada política en Querétaro.
La expectativa es lograr 50% en alcaldías y la mayoría en el Congreso local, esto derivado de los trabajos de la estrategia nacional que contempla candidaturas comunes con Morena y PVEM.
“Estimamos lograr la mayoría en el Congreso, así como el 50% aproximadamente de alcaldías aquí en Querétaro, estamos viendo que la gente está cansada y que seremos una opción”.
Recordó que en el proceso electoral de 2021 se tuvieron 40% de registros en diputaciones locales y del 45% en alcaldías, registros que se cumplieron al 100% en el actual proceso, por lo que se advierten resultados distintos y con los porcentajes necesarios para regenerar el posicionamiento del partido en el estado.
“El PT ha sido un poco lastimado aquí en Querétaro y una gran tarea, para mí como dirigente estatal, es generar esa confianza de nuevo en la gente y la ciudadanía de que el PT trabaja para el pueblo y con el pueblo”, añadió.
En otros temas, ante la realización de las manifestaciones de la marea rosa, apuntó que se trata de movimientos “orquestados” para desestimar lo realizado por el gobierno federal y hacer creer que el país está mal.
Sin embargo, reconoció que la ciudadanía está informada, ya que a pesar de estas acciones el presidente Andrés Manuel López Obrador se mantiene con más del 60% de aprobación, como dan cuenta las últimas encuestas, por lo que como partido que va por la Cuarta Transformación, dijo que no caerán en provocaciones y seguirán trabajando para que esta forma de hacer política llegue al estado.
“Estas marchas, más allá de tener un incentivo social, un incentivo de hacer conciencia en la gente es un incentivo para hacer quedar mal a alguien, o hacer una guerra sucia, y la realidad de las cosas es que la gente se da cuenta”, expresó.
Finalmente, llamó a la ciudadanía a que salga a las urnas a votar y que no tenga miedo de las agresiones o acciones de intimidación que se han visto hacía sus candidaturas, ya que se trata de un reflejo de que hay temor en los partidos tradicionales de que se les quite el poder.