Platicábamos el sábado en radio en la previa de la Final de la Champions, que el Real Madrid siempre daba buenos momentos y noticias a sus millones de seguidores.
Después de un primer tiempo frente a un errático y nervioso Dortmund, en la segunda parte le dio forma y trámite a su decimoquinta copa de Europa.
Los aficionados merengues seguían celebrando cuando este lunes se hizo oficial la llegada del astro francés Mbappé al campeón europeo en un acuerdo por los próximos 5 años.
En el Real Madrid no hay tiempo que perder, las buenas y excelsas noticias se suceden una tras otra, que si la remodelación del estadio, la presentación de la elegante camiseta, ganar la Liga, el adiós de Kroos, el título continental y ahora la llegada del francés.
Ser del Madrid es un regalo constante para el alma futbolera.
Ahí casi nunca se sufre ni te duele la camiseta.
El Madrid es un equipo de sueños que los hace realidad.
El mejor equipo del mundo entiende el compromiso de serlo, se reinventa, invierte, sigue creciendo, remodela, visualiza, proyecta y gana.
Este es quizá el mejor equipo de la historia en Europa, esta generación ha ganado todo y se enfila a seguir haciéndolo por muchos años más.
Mucho que aprenderle, que envidiarle y que reconocerle por quienes no somos sus seguidores, no hacerlo sería un error grosero.
¡Hala Madrid!