Tras el proceso electoral recién concluido, fieles al estilo de buscar salirse por la tangente o encontrar algún atajo, morena y aliados, han buscado tener más posiciones en el congreso, de las que les corresponderían en proporción a los votos obtenidos. Es decir, según nuestra carta magna, se cae en sobrerrepresentación cuando un partido político tiene más posiciones en el congreso de las que proporcionalmente se les asignaría, respecto de la votación obtenida a nivel nacional.
Es a través de este mecanismo, que nuestra constitución establece que ningún partido político podrá tener más de 300 diputados, por los principios de mayoría relativa (elección), o por representación proporcional (pluris). De igual manera, no podrán tener más del 8% de excedente en posiciones, respecto de la votación recibida.
Morena y sus compinches, buscando esta trampa y forma de burlar la ley, para evitar caer en este incumplimiento legal, han recurrido a que, candidatos que contendieron en coalición por los 3 partidos de su alianza, hayan renunciado a ser asignados con morena, y así sean repartidos tanto con el PT, como con el partido verde, técnica por demás fraudulenta y alejada de los principios de legalidad, y que resulta en que, disfrazados de otro color y otra camiseta, serán legisladores morenistas de facto.
Aquí lo grave, además del incontrolable aumento de poder para morena y sus aliados, situación que resulta delicada y de suma importancia, pues tienen el poder para modificar y hacer lo que quieran, es que se está cometiendo un evidente atropello a la democracia y se está vulnerando la voluntad popular, pues yendo en contra de este principio de no excederse, queda claro que no se tendrá la representación anhelada y votada por la ciudadanía, sino la resultante de una manifestación abierta y transparente de una violación a la constitución y a las leyes electorales.
Se está atentando contra la democracia, se está yendo en contra de la decisión que tomaron millones de mexicanos el pasado dos de junio. Es una flagrante violación a la carta magna que juraron guardar y hacer guardar.