En Querétaro, un espacio dedicado a la gimnasia artística ha emergido como un semillero de nuevos talentos, bajo la guía de Daniela de León, ex gimnasta de alto rendimiento, y su esposo, Juan Carreño. Juntos, esta pareja ha transformado su amor por la gimnasia en un proyecto con el sueño de estar en los Juegos Olímpicos.
Daniela, oriunda de Monterrey, no solo es conocida por su destacada carrera como seleccionada nacional y múltiple medallista en olimpiadas nacionales y centroamericanas, sino también por su papel fundamental en la creación de un gimnasio que se ha convertido en un referente en Querétaro (Progymnastics México). Desde el inicio, su sueño fue abrir un lugar donde pudiera compartir su pasión por la gimnasia con las nuevas generaciones, y desde hace seis años encontró el entorno perfecto para hacerlo realidad.
Junto a ella, Juan Carreño ha desempeñado un rol clave en la consolidación de este proyecto. Como entrenador y cofundador, Juan ha sido una pieza esencial en la estructura y éxito del gimnasio. Con una visión clara y un profundo entendimiento de la importancia del desarrollo personal y deportivo, Carreño ha trabajado incansablemente para crear un espacio donde los jóvenes no solo mejoren en la gimnasia, sino que también se formen como personas íntegras.
“Empezó como un gusto, después como trabajo, y ahora esto es lo que me apasiona, disfruto hacerlo”, comenta Juan, reflejando su dedicación al proyecto. Bajo el trabajo de ellos, el gimnasio ha crecido hasta contar con 280 alumnos, de los cuales 70 forman parte de equipos competitivos. Juan ha sido fundamental en la selección y formación de un equipo de entrenadores que comparten su filosofía de trabajo, basada en la disciplina, el respeto y el trabajo en equipo.
“Lo que nos hace diferentes es que trabajamos todos como equipo, desde los papás hasta los entrenadores. Nos importa cómo se sienten y qué es lo que quieren los niños”, comenta Daniela.
El gimnasio no es solo un lugar de entrenamiento, sino un espacio donde los mitos sobre la gimnasia, como la idea de que es un deporte exclusivamente para niñas, son desafiados. “La gimnasia les enseña cosas muy bonitas a los niños, tanto a nivel físico como en valores. Es un deporte para todos, y lo que buscamos aquí es que cada uno de nuestros alumnos se desarrolle de manera integral”, explica Daniela.
El trabajo conjunto de Daniela de León y Juan Carreño no solo ha dado vida a un gimnasio exitoso, sino que ha creado un espacio donde jóvenes talentos pueden florecer, guiados por la experiencia y la pasión de sus entrenadores. A través de su dedicación, esta pareja ha demostrado que la gimnasia no es solo un deporte, sino una herramienta poderosa para el desarrollo integral de las nuevas generaciones. En su gimnasio, cada día representa una oportunidad para que niños y niñas avancen un paso más hacia sus sueños, respaldados por un equipo que entiende que el verdadero éxito se construye en comunidad.