La noche del sábado, la entidad queretana se transformó en un escenario lleno de luz y energía para recibir a los participantes de la Carrera Nocturna 2024, una de las competencias más esperadas del año y que sirve como preparación de cara al Querétaro Maratón.
El evento, que se ha consolidado como una tradición local, congregó a miles de personas de todas las edades, quienes tomaron las calles con un solo objetivo: disfrutar del deporte.
El punto de partida fue el emblemático Jardín Zenea, donde, en representación del Presidente Municipal Luis Nava, el Secretario de Desarrollo Humano y Social, Arturo Torres Gutiérrez, acompañado por el Presidente Electo, Felipe Fernando Macías Olvera, dio el disparo de salida en punto de las 21:00 horas. Desde ese instante, el ambiente se llenó de adrenalina y emoción cuando los corredores comenzaron su recorrido en tres diferentes bloques: primero, personas con alguna discapacidad, quienes fueron recibidas con aplausos y vítores; luego, los participantes de la categoría de 9 kilómetros, que afrontaron el reto con determinación; y, finalmente, los corredores de la prueba de 6 kilómetros, que sumaron su energía al espectáculo nocturno.
La emoción no solo se quedó en la carrera; la velada estuvo cargada de momentos inolvidables que destacaron la importancia del deporte como un motor de cohesión social. La sorpresa de la noche la protagonizó María José Gudiño Verde, participante de la categoría Libre femenil en la distancia de 6 kilómetros, quien se convirtió en la afortunada ganadora de un automóvil compacto último modelo. Con el número 2883, su boleto resultó premiado en la rifa, lo que provocó aplausos y felicitaciones de los presentes, demostrando que en esta carrera, todos tienen la oportunidad de ganar algo especial.
El éxito de esta edición se reflejó no solo en el entusiasmo de los corredores, sino también en la asistencia de cientos de familias que llenaron las calles y plazas del Centro Histórico, convirtiendo el evento en una celebración comunitaria que fortalece el sentido de pertenencia. Desde los niños que aplaudían con emoción hasta los adultos que recordaban sus propias aventuras deportivas, todos vivieron una experiencia única.