Durante el 2023, al menos 4 de cada 10 residentes en el estado de Querétaro consideraron la escasez de agua como el principal problema dentro de la entidad, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2024 del INEGI.
De acuerdo con el reporte, en 2022, la escasez de agua era considerada como la tercera mayor preocupación entre la población, con el 29.9% de los encuestados. Sin embargo, para 2023, fue considerada como la mayor preocupación por el 40.7% de la población, con lo cual se colocó como la segunda mayor problemática del estado.
La preocupación por la escasez de agua ha mostrado una tendencia al alza desde al menos cuatro años atrás. En 2019, el 13.6% de la población la consideraba como la problemática más grave, pero para 2020 subió al 18.5%; posteriormente, en 2021, la preocupación recayó en el 20.5% de la población, y para 2023 creció hasta el 29.9%.
La inseguridad permanece como la mayor preocupación entre los queretanos, con el 63.0% de los encuestados; sin embargo, cabe mencionar que dicha cifra supuso un ligero incremento con relación al año anterior, en el que se registró una población del 63.9%.
Como tercera problemática se encuentra el aumento de precios, el cual preocupa de manera prioritaria al 33.6% de la población, una cifra que representó una disminución en comparación con el 2022, en el que preocupaba al 41.7% de los queretanos.
En cuarta posición se encuentra la salud con el 29.8%, seguida de la falta de castigo a delincuentes con el 23.7%, la corrupción con el 22.2%, el narcotráfico con el 21.2%, el desempleo con el 20% y la educación con el 18.6%.
Apenas el lunes pasado, la Comisión Estatal de Aguas (CEA) reveló que la Zona Metropolitana de Querétaro cuenta con un déficit de abasto de 130 litros de agua por segundo, pues de los 4 mil 430 litros de demanda por segundo, se cubren 4 mil 300 litros.
Para abatir dicho déficit, la CEA desarrolla desde el mes de enero el sistema “Batán, Agua Para Todos”, con el que se pretende añadir mil 800 litros por segundo a la red de agua potable de la zona conurbada, mediante la reutilización de aguas residuales y pluviales, y utilizando la presa El Batán de Corregidora para almacenarlas.
