Desde primeras horas de la madrugada, la Alameda Hidalgo fue el punto de reunión para miles de participantes. Desde las 05:00 horas, comenzaron a llegar tanto en coche como a pie, procedentes de colonias cercanas, buscando la mejor forma de llegar a su lugar de salida. La mezcla de nervios y entusiasmo era evidente entre los corredores, quienes estaban listos para enfrentar uno de los mayores retos deportivos del año.
A las 05:45, inició el calentamiento. Los corredores del Maratón y Medio Maratón fueron los primeros en prepararse para recorrer las distancias de 42 y 21 kilómetros. En el evento no faltó el toque creativo, con algunos participantes portando con orgullo la bandera de México y otros optando por trajes llamativos que añadieron alegría y color a la competencia.
Puntualmente a las 06:00 horas, el primer grupo en partir fue el de los atletas con discapacidad, quienes demostraron su enorme fortaleza al ser ovacionados por el público y por los demás competidores. Tras la entonación del Himno Nacional, se sintió un profundo sentido de solidaridad, ya que los corredores convencionales aplaudieron con fervor en reconocimiento al esfuerzo de estos deportistas.
Quince minutos después, el turno llegó para los corredores del Maratón. La energía desbordante de los participantes llenó las calles mientras comenzaban el desafío de 42 kilómetros, seguidos poco después por los corredores del Medio Maratón. La ciudad de Querétaro, testigo de este esfuerzo colectivo, fue escenario de miles de historias personales de superación.
A las 6:35 fue el momento de los corredores de distancias más cortas. Los atletas adaptados en los 5 y 10 kilómetros tomaron la delantera, y diez minutos después, los participantes convencionales se unieron. Durante todo el recorrido, el ambiente fue festivo, con familiares y amigos animando desde distintos puntos, mientras las pancartas y los gritos de apoyo impulsaban a los competidores hacia la meta.
Al llegar al final de la carrera, no solo terminaba el esfuerzo físico, sino que se producía el esperado reencuentro con familiares y amigos, quienes también formaron parte del recorrido, ya fuera corriendo o alentando desde la distancia. La meta fue un punto de encuentro donde los abrazos, las sonrisas y la satisfacción de haber logrado un reto fueron protagonistas.
Este evento se ha consolidado como un espacio donde el deporte trasciende fronteras, uniendo a personas de todas las edades y capacidades en torno a un objetivo común: superarse a sí mismos. Con cada edición, el Querétaro Maratón refuerza su posición como uno de los eventos más importantes del estado, y como un recordatorio de que, sin importar la distancia recorrida, todos los corredores son vencedores.