Desde temprano, el entusiasmo de los seguidores se hizo palpable. Desde las 15:30 horas, fanáticos de todas las edades comenzaron a congregarse en las inmediaciones del Jardín Zenea, ansiosos por asegurar el mejor lugar para ver de cerca el desfile de vehículos históricos. La llegada de los pilotos estaba programada para las 16:30, y no pasó mucho tiempo antes de que las calles de la ciudad se transformaran en un bullicioso escenario automovilístico. Los arcos de Querétaro, emblemáticos de la ciudad, también fueron testigos de la pasión de la gente que se ubicó a lo largo de la calzada para capturar con sus cámaras el paso de los participantes.
La emoción se disparó cuando Guerra Jr. cruzó la línea de meta en primer lugar, consolidando su posición como uno de los favoritos del público queretano. El piloto, quien busca coronarse en su categoría, agradeció el apoyo incondicional de los asistentes, quienes lo ovacionaron al paso de su auto. La algarabía no solo se quedó en los aplausos, sino que muchos pilotos, al llegar, correspondieron al cariño del público haciendo sonar sus cláxones, en un gesto de cercanía que avivó aún más el entusiasmo.
El ambiente de fiesta continuó en la calle Corregidora, donde los vehículos se estacionaron tras la competencia. Los aficionados tuvieron la oportunidad de acercarse a los pilotos, entre ellos los actuales líderes generales Hilaire y Laura Damiron, quienes también disfrutaron de un cálido recibimiento.
La Carrera Panamericana, la más icónica de México, sigue su curso este lunes, cuando la caravana parta hacia Michoacán. Se anticipa una etapa llena de desafíos, con tramos que pondrán a prueba la habilidad de los pilotos, pero con la misma promesa de emociones y velocidad que han caracterizado a esta legendaria competencia desde su creación.