Estamos a menos de 2 semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos de Norteamérica.
Esta elección es por demás importante para México, recordemos que en Estados Unidos viven al menos 25,000,000 de personas de origen mexicano , legales, ilegales, dreamers y no sé si haya alguna vertiente diferente, México es también el socio comercial #1 del mercado de consumo mas grande del mundo: los EU. A esto habrá que sumar la cara criminal de la historia de México y Estados Unidos, miles de toneladas de drogas ilegales cruzan cada año la frontera de aquí para allá , miles de armas y de millones de dólares, cruzan de allá para acá.
El comercio ilegal de drogas genera en México unos 15,000 homicidios al año, mientras que en Estados Unidos se calcula que cada año mueren 80,000 personas por sobre dosis de algún opioide, hoy el más peligroso es sin duda el fentanilo, un medicamento diseñado para combatir el dolor extremo, ha resultado ser el impulsor del cártel más peligroso del mundo, el de Sinaloa, pues son los principales productores e introductores de esta droga a los Estados Unidos.
Gane quien gane las elecciones, se debe esperar una reacción mas contundente de parte de los Estados Unidos, ya sabemos que Trump no baja a los mexicanos de “bad hombres”, en su mandato obligó al gobierno mexicanos a reforzar con 15,000 soldados la frontera sur de México para tratar de evitar el paso de migrantes en busca del “sueño americano “, lo dijo después: “Fue muy fácil doblar al gobierno de AMLO”, Trump es un “Bully”, el gandalla, el “todas mías”, pero al menos ya lo conocemos.
¿Cómo sería la relación de Harris con México?
Para empezar podría influir el hecho de que ambas presidentas serían mujeres, la postura mas liberal de Harris, probablemente permitiría que hubiera un poco mas de tranquilidad para los mexicanos que viven y trabajan de manera ilegal en Estados Unidos.
Lo que es un hecho es que ambos candidatos se están tomando muy en serio el tema de seguridad y lo que representa México y el escenario tan violento que se vive en el país. Lo que parece que México no se toma en serio es el famoso “nearshoring” tenemos al mercado más grande del mundo demandando productos y no somos capaces de ofrecer un suministro confiable de energía eléctrica a quien quiere invertir aquí, tampoco se ofrece seguridad pública y la “Reforma Judicial” podría exponer a los inversionistas extranjeros.
En menos de dos semanas veremos si es Harris o Trump.
Éxito y bendiciones
