Luego de que, en días pasados, la diputada del PT, Claudia Días Gayou, presentó un oficio para que los municipios eliminen el cobro de las licencias municipales, en el estado representantes de cámaras empresariales rechazaron este planteamiento.
La presidenta de la Cámara de Comercio en Querétaro, Lorena Muñoz Altamira, puntualizó que son promotores de la formalidad de los negocios y el cumplimiento de la normatividad, y aunque pareciera una iniciativa que “llama la atención”, explicó que la licencia va más allá que un permiso de operación, por lo que no avaló este cambio propuesto.
Ahondó que, como sector comercial, esta licencia permite reclamar los servicios pagados por este concepto, pero que además abona a generar orden y control de los comercios que se establece en cada uno de los municipios, se vigila las medidas para quienes comercializan alcohol, por lo que resumió que es un documento que permite orden comercial y empresarial, así como respeto a la ciudadanía.
“La licencia de funcionamiento está ligada con las factibilidades de giro y los usos de suelo que atienden a la planeación y desarrollo humano de cada uno de los municipios. Esto que permite orden y permite claridad y transparencia al momento de que un negocio se establece en cualquier municipio”, defendió.
En este mismo tema, Eduardo Chávez Hidalgo, presidente de la Cámara de Comercio en pequeño en el Estado, señaló que no se tuvo acercamiento con el sector, por ello resaltó la importancia de construir lazos y trabajos en conjunto con los actores involucrados.
“Ya estuvo bueno, así lo voy a decir, que parece que nuestros legisladores no se dan cuenta que se deben a la ciudadanía, y llevan a cabo acciones y propuestas pensando en sus propios criterios o en sus propios principios partidistas, sin tomar en cuenta lo que expresa realmente la ciudadanía”, lamentó.
En la iniciativa privada, subrayó que no se quieren “iniciativas populistas”, sino construir en conjunto los trabajos a emprender, por lo que exhortó a que se presente este oficio o propuesta a detalle, ya que, si bien suena “atractiva” la propuesta, se reconoce que es una medida de control, preocupa que no se convierta en un arma de “dos filos”, y que incremente el 53% de informalidad que se tiene actualmente.
