En días anteriores, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentó el presupuesto de egresos de la federación para el ejercicio 2025. Como era de esperarse, el caos económico al que se enfrenta el país se ve reflejado en esta planeación del gasto.
Como si la salud, seguridad y educación no fueran una alerta roja en nuestro país, en el presupuesto presentado, el régimen decidió hacer caso omiso de estas crisis y atender lo que les reditúa electoralmente. Cerca del 50% de los ingresos tributarios se irán destinados entre pensiones y programas sociales.
Un 27% extra se irá en cubrir la deuda del país. Esto, siendo por obviedad sumamente grave y delicado, quiere decir que, más del 70% de las tributaciones ya están destinados en estos rubros y no se dará de ese porcentaje ni un solo peso a los retos y temas que realmente apremian y urgen en el país.
La Secretaría de la Defensa Nacional, recibió un recorte del 44%, esto respecto del año anterior. Esta dependencia a la cual, con la adhesión de la Guardia Nacional, se le dio facultades casi totalitarias de la seguridad del país, está viendo mermada su capacidad de acción y de poder mejorar y crecer.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a la cual recientemente se le facultó por iniciativa de la Presidenta, para poder perseguir e investigar delitos, contrario a lo que se pronosticaba, también se le recortó el presupuesto, más margen de acción y más responsabilidades, acompañadas de menos recursos para operar. Se le quitó el 36% del gasto.
En cuestión de salud, para alejarnos un poco más de Dinamarca, donde se destinan cerca de 7 mil dólares anuales por persona (en nuestro país son apenas mil dólares), aquí en México tendremos un recorte del 34% al presupuesto de esta Secretaría.
En Infraestructura, necesaria por donde se le vea, habrá un aumento considerable, del cual un gran monto (40 mil millones de pesos), seguirá siendo malgastado en el tren Maya, inútil y nicho de corrupción. Pensando mal, pudiéramos inferir quien sigue teniendo intereses en ello.
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Los programas sociales son los grandes ganadores, si juntáramos el presupuesto de la SEDENA y la SSPC, no tendríamos siquiera la mitad del recurso destinado a los apoyos a adultos mayores.
Y el problema no son los apoyos, sino que simplemente administran los conflictos, son métodos paliativos, pues el conflicto de raíz y de fondo es mucho más profundo que una beca o una dádiva. Sin educación, sin certeza jurídica, sin seguridad, ninguna nación va a ningún lado.
Siendo la Presidenta una mujer de ciencia, de estudios, académica, resulta increíble ver que se mantenga la línea del populismo y el clientelismo al que nos acostumbró su antecesor. O son iguales, o sigue mandando la misma persona que nos gobernó desde el 2018.