El municipio de Querétaro se posicionó como la sexta ciudad más competitiva a nivel nacional entre las ciudades con más de un millón de habitantes, según el Índice de Competitividad Urbana 2024 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Sin embargo, dicho resultado representó una caída de tres posiciones con respecto al estudio del año pasado.
En el reporte del 2023, la capital queretana ostentó la tercera posición con un índice de competitividad alto, solo por debajo de Monterrey y Saltillo; no obstante, en la edición de este año bajó hasta la sexta posición, con un nivel de competitividad medio alto y quedando por debajo de Saltillo, Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Chihuahua.
La ciudad se mantuvo en primer lugar en el rubro de sistema político y gobierno, es decir, en la capacidad del gobierno de influir positivamente en la competitividad a través de las finanzas y la gestión. Sin embargo, la percepción de corrupción creció, al pasar del 65.3% al 68.4% en cuanto a la población que consideró como frecuentes las prácticas corruptas en el gobierno; y los ingresos propios bajaron, al pasar del 64.8% al 61.7% de los recursos totales del municipio.
En cuanto al rubro de sociedad y medio ambiente, bajó de la posición 6 a la 13, principalmente debido a la disminución en dos indicadores: la cobertura educativa, que cayó de 79.2% a 74.1%; y el personal de salud, que pasó de 40.6 por cada mil habitantes a 34.8. No obstante, cabe mencionar que en el consumo de agua mostró una mejoría, al pasar de 74 metros cúbicos per cápita a 63.7; al igual que en la generación de residuos sólidos, la cual bajó de 1 a 0.7 kilos diarios por habitante.
En infraestructura también mostró un descenso, al pasar de la cuarta a la séptima posición. Esto se debió principalmente a que el IMCO introdujo el indicador de nuevas viviendas intraurbanas, en el que Querétaro ocupó el lugar 61 de 66, con el 3.8% de sus viviendas ubicadas en Perímetros de Contención Urbana.
En innovación y economía mostró una caída del sexto al séptimo lugar, influenciada particularmente por la reducción del mercado hipotecario de 55.2 a 32.2 créditos por cada mil adultos; aunque en el crecimiento del PIB mejoró, al pasar de una tasa de -1.8% a 5.0%.
Respecto al mercado de trabajo, pasó del séptimo al octavo lugar, pues aunque el salario mensual promedio mejoró de 9 mil 310 a 10 mil 624 pesos y la brecha salarial de género bajó del 18.6% al 13.6%, la remuneración por hora trabajada disminuyó, al pasar de 449 a 370 pesos, además de que la informalidad laboral subió del 38.2% al 39.4% de la población.
En el rubro de derecho subió del lugar 12 al 7, pero la percepción de seguridad pasó del 48% al 49% de la población, aunado a que el robo de autos incrementó de 6.8 a 7.2 por cada mil unidades.
Cabe señalar que en la última edición del índice, el IMCO evaluó 6 rubros, mientras que en el pasado fueron 10; de los cuatro rubros faltantes, tres se combinaron con otros, y uno —el de apertura internacional— fue suprimido.
