A nivel nacional y estatal no se atiende debidamente la salud mental, ya que de acuerdo con instancias internacionales se debería destinar al menos el 5% del presupuesto de salud a este rubro, destacó el psicólogo clínico y coordinador del grupo temático especializado en psicoterapia del Colegio estatal de Psicólogos, Juan Carlos García Ramos, quien remarcó que esta situación ha generado una atención limitada.
“El Presupuesto en salud mental siempre ha sido un asunto el cual no se atiende debidamente ni a nivel nacional ni a nivel estatal. Los porcentajes o las cantidades asignadas están por debajo de lo requerido, de lo necesario, y de lo marcado por las instancias internacionales, que consideran que la salud mental debe de recibir al menos el 5% del presupuesto que se destina a salud”, resaltó.
En Querétaro, de acuerdo con el presupuesto de egresos 2025, hay una bolsa de 6 mil 294 millones 286 mil 91 pesos de las asignaciones presupuestales para el sector salud, por lo que, de acuerdo a los parámetros internacionales la bolsa de salud mental tendría que llegar a 314 millones 714 mil 345 pesos.
Sin embargo, en todo el documento, aunque se señalan programas de atención a la salud mental estos recaen en el Consejo Estatal contra las Adicciones, cuyo recurso asignado para tal efecto, incluido el monto para la operatividad administrativa, es de 16 millones 231 mil 030 pesos.
En este contexto, García Ramos, señaló que para 2025 se prevé que haya mayor incidencia de trastornos mentales, como el suicidio, y con ello mayores dificultades para poder atender a la población.
“Qué quiere decir, que, en el caso, por ejemplo, del suicidio en Querétaro, se va a incrementar de manera importante, dadas las condiciones económico-laborales en el que se encuentra el Estado, las situaciones sociales y familiares”, alertó.
En función del presupuesto y las problemáticas de la población, indicó que otro facto de preocupación es la falta de recurso humano, ya que los programas que se han implementado y se espera que se implementen en este año pueden hacer uso de personal no preparado ni capacitado e incluso podría haber seudoprofesionales que participen en estas actividades.
Por ello, acotó que podría haber prohibición en muchos psicólogos para ofrecer psicoterapia, ya que no se tiene formación adecuada y especializada, y aunque en algunos centros de rehabilitación son atendidos bajo este enfoque, sin embargo, no es más que apoyo espiritual o grupos de autoayuda o de manejo emocional ero no el trabajo especializado que se requiere.
Tras lo sucedido en la pandemia, que generó discursos sobre la importancia de la salud mental, y con ello programas y acciones, García Ramos precisó que aún falta la evaluación de los profesionales para conocer si estas acciones tuvieron una intervención adecuada y han sido efectivas.
“Porque dentro de los programas de las dependencias municipales y estatales lo que se reporta son actividades, acciones como pláticas, conferencias, entrevistas, y se cuantifican personas, se señalan padecimientos, sin embargo, para poder determinar que una intervención que se lleve a cabo, con una cantidad especial de atención de sesiones de consultas, y que tenga un resultado no lo hay de manera oficial”.
Aunque existe un Plan Estatal de Salud Mental, comentó que no se ha concretado en lo operativo, en cuanto a vigilar a los profesionales de la salud mental, en la evaluación de programas, de constatar efectividad de técnicas y modelos de intervención, de realizar investigación y publicar el trabajo de los profesionales.
