Querétaro

¿Quién mató a Trent Reznor?

Trent Reznor, músico, compositor, cantante y artista. Foto: Apple

En 1993, Trent Reznor, vocalista, líder y fundador de Nine Inch Nails (NIN), una de las bandas de rock industrial más influyentes del siglo XX, atravesaba una crisis existencial profunda. Los excesos y la fama lo habían sumido en la depresión.

Músico multiinstrumentista y perfeccionista hasta la obsesión, Reznor se entregó a su lado más oscuro sin imaginar que esa catarsis lo llevaría a multiplicar su impacto en la música. El resultado de esa fusión con su propia sombra—concepto de la psicología junguiana—fue The Downward Spiral, un álbum conceptual que, en esencia, representaba la banda sonora de su propio final.

De esta obra maestra destacan temas como la brutal “March of the Pigs”, la sombría “Piggy” y la icónica “Closer”. Esta última le valió a Reznor y a NIN múltiples galardones, incluyendo Video del Año, Mejor Video Alternativo, Mejor Dirección de Arte, Mejor Fotografía y Mejor Estilo.

El álbum convirtió a Reznor en un ícono de la cultura pop, un estatus que se consolidó aún más con la inolvidable presentación de Nine Inch Nails en Woodstock ’94, donde la banda se cubrió de algo parecido al lodo (o una versión más sucia y artística de él).

La posterior gira mundial Self Destruct fue, irónicamente, el mejor y peor momento de su vida. En lo comercial, NIN estaba en la cima, con millones de dólares fluyendo. En lo personal, Reznor se encontraba en el abismo, víctima del consumo colosal de drogas. Los medios especulaban que sería el siguiente Kurt Cobain y que su historia terminaría con una sobredosis.

Si Reznor hubiera muerto en esa “espiral descendente”, no habría dejado herederos, pues el matrimonio llegó hasta los 44 años, cuando se casó con la cantante Mariqueen Maandig.

Los años 90 fueron una carrera a máxima velocidad para él: drogas, alcohol, giras interminables, discos oscuros pero exitosos, y la creación de otro artista aún más polémico. En 1995, Reznor construyó en su estudio un álbum difícil de replicar: Antichrist Superstar, de su discípulo—por así decirlo—Marilyn Manson.

Lo de Manson y Reznor no terminó bien. Su amistad colapsó en pocos años, con una serie de descalificaciones mutuas. Pero Reznor no solo tuvo conflictos con sus cercanos, también lanzó críticas contra la música pop en múltiples ocasiones. Detestaba a su disquera y, en una entrevista con Consequence of Sound, no dudó en decir que un álbum de Kanye West “apesta y punto”.

Ya como padre de familia, prometió mantener a sus hijos alejados del pop mainstream porque, según él, “generalmente apesta”.

Pero las personas cambian. Los años, la madurez y el amor pueden transformar hasta al más oscuro de los artistas.

En los últimos años, Reznor ha cambiado su enfoque musical, componiendo bandas sonoras junto a su inseparable Atticus Ross. Su trabajo en The Social Network, Soul y Challengers le ha valido premios Oscar y Globos de Oro.

Sin embargo, lo que realmente sacudió a sus fans fue una confesión en el podcast de Rick Rubin (otro genio que merece una columna aparte): Reznor admitió haber llorado al escuchar a su hija de seis años cantar Levitating de Dua Lipa, calificándola como “una pieza musical muy bien hecha”.

Por si fuera poco, en los Golden Globes 2024, eligió Espresso de Sabrina Carpenter como su canción favorita del año.

Sus declaraciones han generado una pregunta entre sus seguidores: ¿Quién mató al viejo Trent Reznor? ¿El mainstream lo devoró? ¿O simplemente cambió el odio y la tristeza de los 90 por el amor de su familia?

A pesar de sus nuevas inclinaciones musicales, Reznor no oculta su descontento con el estado actual de la industria. Considera que la tecnología ha desvalorizado la música, degradándola a un mero sonido de fondo.

Para quienes lo seguimos desde hace décadas, sabemos que el hombre que escribió “Hurt”, una de las canciones más desgarradoras del rock, no estaba firmando su despedida, sino pidiendo otra oportunidad. Tal como dice la letra al final:

“Si pudiera empezar de nuevo, a un millón de kilómetros de aquí, cuidaría mejor de mí, encontraría la manera de hacerlo”.

Si quieres sentir el vacío que Trent experimentó sin necesidad de caer en su espiral descendente, escucha la versión de Hurt interpretada por Johnny Cash.

Mi nombre es Arturo Almanza. Nos leemos en la siguiente.

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