México vive tiempos violentos, desgraciadamente desde hace años, nos hemos acostumbrado a masacres, migración obligada por la violencia, cobro de derecho de piso, feminicidios y desapariciones forzadas entre otros delitos. En Querétaro hemos visto a nuestro competitivo vecino, Guanajuato, convertirse en el estado con más homicidios por cada 100,000 habitantes por seis años consecutivos.
Ningún estado está exento de que se comentan hechos violentos en su territorio, basta recordar los acontecimientos del 5M y los “Cantaritos” hechos que no solo nos lastimaron como sociedad, sino que le dieron la vuelta al país y al mundo.
Hoy más que nunca la seguridad no debe delegarse, no es un “tema” ajeno al ejecutivo del estado, como no lo es a los ejecutivos municipales, ni tampoco lo debe ser al ejecutivo federal. Basta ver el terrible resultado de la política de AMLO de “abrazos no balazos”, que convirtió al sexenio pasado en el más violento de la historia nacional, sin contar claro, los tiempos de conflictos armados como la independencia o la revolución.
¿Qué es no delegar la seguridad?
El gobernador no puede dejar la seguridad en manos de funcionarios especializados en la materia, debe haber una supervisión y cercanía permanentes con la secretaría de Gobierno, la Fiscalía general del Estado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y las 18 alcaldías, así como con las fuerzas federales asentadas en el Estado.
Es un trabajo desgastante pero que ha entendido Mauricio Kuri, en todo momento, hasta en los más álgidos en materia de seguridad, dando la cara y coordinando los trabajos de seguridad.
El compromiso con la seguridad y la cercanía debe ser tal que el propio Kuri, muchas veces a la semana despacha desde el complejo Rhino, también se baja a desayunar con los elementos de la Policía Estatal, la “tropa” hombres y mujeres encargados de cuidarnos, también se ha tejido fijo con la Guardia Nacional y la DEFENSA, hoy más que nunca se debe entender que seguridad del estado de Querétaro es responsabilidad del Gobernador y de su equipo. Así de sencillo y parece que así de complicado de entender para algunas personas que añoran el acaparamiento del poder en materia de seguridad pública.
La seguridad no se delega y como sociedad debemos sabernos parte esencial de nuestra tranquilidad, la denuncia y la prevención son nuestras herramientas más valiosas, aunque el uso de la fuerza es monopolio de la autoridad, no podemos ser rehenes de quienes quieran sembrar miedo.
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Éxito y bendiciones