Los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afectarán el corredor bajío, integrado por los estados de Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí, alertaron líderes empresariales.
Desde la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Querétaro, el presidente Alfredo Sahagún Sánchez, destacó que el impacto mayor se vería en el sector automotriz, en el cual podría haber una baja del 8 la 15 por ciento en la producción, a lo que sumarían los cambios en el sector manufacturero y agroeconómico.
“Podrían ser vulnerables a pérdidas económicas y financieras, lo que se verá reflejado en las calificaciones crediticias, ya que con la imposición de aranceles de 25 por ciento a las mercancías que México envíe a Estados Unidos, ese impacto que se traduce en indicadores para las calificadoras, será un hecho”.
Aunque dijo confiar en que la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, logrará una estrategia para proteger a la economía nacional, mediante un esquema de sustitución de importaciones que permitan que la industria pueda salir adelante, llamó a todos los gobiernos a cerrar filas para hacerle frente a este embate comercial y tener una estrategia regional derivada de la estrategia nacional.
“La región bajío es sumamente importante por el hecho de tener economías integradas con Estados Unidos y Canadá, de tal forma que la aplicación del arancel se traduce en una vulneración que impactará de manera negativa el entorno económico de Querétaro y el resto de los estados con vocación automotriz, manufacturera y agrícola”, destacó.
En este mismo tema la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en el estado, calificó estas medidas como un retroceso en la relación comercial entre ambos países, lo que vulnera la competitividad de Norteamérica.
“El impacto de esta medida será significativo. Se estima que la aplicación de estos aranceles podría llevar a México a una recesión, mientras que el tipo de cambio podría superar los 22 pesos por dólar, incrementando costos para las empresas y afectando el poder adquisitivo de las familias. Además, esto generaría presiones inflacionarias en Estados Unidos, afectando principalmente a los consumidores”.
Esto, se calificó como una muestra de falta de compromiso con la cooperación y el respeto a los acuerdos comerciales por parte del gobierno de Estados Unidos, por lo que se llamó al gobierno mexicano a adoptar una postura firme y a hacer uso de los mecanismos establecidos en el T-MEC para impugnar esta medida.
En este contexto, se reiteró la necesidad de diversificar los mercados y reducir la dependencia hacia un solo país, así como fortalecer la colaboración con el sector privado.