El doctor Yahir Gerardo García-López, junto a su familia, vivió una experiencia cercana a la muerte el 6 de julio del año pasado debido a una intoxicación por monóxido de carbono que ocurrió mientras se hospedaban en el Hotel Alpino, en el barrio de Palermo, Ciudad de Buenos Aires. A ocho meses del incidente, García López relata los detalles de lo sucedido y su lucha por obtener justicia.
Según su testimonio, la familia llegó al hotel cerca de la medianoche tras participar en una cena religiosa, ya que García López, seminarista rabínico de la comunidad judía en México, se encontraba en Argentina para actividades relacionadas con sus estudios. Al día siguiente, compañeros suyos notaron su ausencia en un evento programado y alertaron al personal del hotel sobre algo inusual. Tras insistir, lograron tener acceso a la habitación, donde encontraron a García López, su esposa y su hija de 7 años en estado crítico, casi en coma, debido a la exposición al gas.
El dictamen del Departamento de Bomberos de la Ciudad de Buenos Aires, compartido por García López, señala que el monóxido de carbono provenía de un sistema de calefacción defectuoso, con fisuras y daños que permitieron la filtración del gas a través de las rendijas. Los toxicólogos que atendieron el caso indicaron que los niveles de intoxicación detectados suelen ser letales en menos de tres horas, y que la familia requería seguimiento médico por al menos un año y medio, incluyendo tomografías, estudios de sangre, neumológicos y terapia psicológica.
García-López asegura que el hotel, que sigue operando normalmente y no ha asumido responsabilidad alguna. Afirma haber mantenido contacto con el dueño, quien inicialmente prometió hacerse cargo de los daños, pero que, a la fecha, no ha cumplido. Además, cuestiona la existencia de una póliza de seguro por parte de la aseguradora mencionada por el propietario, ya que no ha recibido respuesta ni apoyo concreto.
Según el afectado, el hotel opera sin detectores de monóxido de carbono, una medida de seguridad que considera obligatoria en lugares con sistemas de calefacción como calderas, especialmente en una ciudad donde este gas es una de las principales causas de muerte en temporada invernal.
El caso está siendo investigado penalmente por la Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires, que abrió una carpeta por un delito equivalente a homicidio culposo en México. García López mencionó que recibió un correo reciente del fiscal ratificando que el dueño del hotel está acusado y que la carpeta sigue vigente. Sin embargo, expresa su preocupación por lo que percibe como una estrategia del hotel para retrasar el proceso hasta que prescriba al cumplirse un año del incidente.
En el ámbito civil, la familia busca que se cubran los gastos médicos y tratamientos derivados de las secuelas físicas y emocionales, que han afectado su capacidad de trabajo y generado deudas. García López, escritor y editor, relata que ha tenido que vender pertenencias personales, como libros y cuadros, para solventar los costos. También menciona haber solicitado apoyo al consulado mexicano en Buenos Aires, pero que la respuesta se limitó a una referencia a la Defensoría del Turista, sin mayor seguimiento.
El Hotel Alpino continúa promocionándose en su página web como un lugar seguro que cumple con todas las normativas, algo que él desmiente categóricamente. El dueño del establecimiento, en un comunicado por WhatsApp citado por García López, calificó el incidente como un “acto fortuito e impredecible”, contradiciendo el dictamen oficial de los bomberos.