La ilusión se apagó en La Corregidora. Los Gallos han quedado prácticamente eliminados del Clausura 2025, tras una derrota que es el reflejo de una temporada irregular, con más frustraciones que alegrías. El 1-2 ante Atlas fue el último clavo en el ataúd para un equipo que jamás terminó por cuajar, y que ahora volverá a conformarse con ver la fase final desde casa, a pesar de que existe una posibilidad matemática.
Los Albiazules cierran la jornada 16 con 17 puntos, una cifra que no alcanzará para mantenerse en la pelea por un boleto al Play-In, sobre todo considerando el apretado cierre que hay en la parte media de la tabla.
Aunque el resultado ante los Zorros fue doloroso por la forma en que se dio, tras un penal en el tiempo de compensación, la verdad es que la eliminación no se consumó hoy. Fue el desenlace lógico de una temporada marcada por la falta de contundencia, altibajos y una conexión cada vez más lejana con su afición.
Los números hablan por sí solos: lograron cuatro victorias en toda la campaña, La conducción de Benjamín Mora no logró establecer una identidad de juego clara. Por momentos se mostraron competitivos, incluso con tintes de buen fútbol, pero fueron lapsos aislados que no alcanzaron para mantener una campaña sólida.
Un factor que preocupa más allá de lo deportivo es el desinterés del público. La Corregidora vivió jornadas con entradas tristes, con tribunas casi vacías. La desconexión con la afición queretana es un golpe que muestra el estado del club, sin protagonismo en la cancha, y muy poco respaldo desde las gradas.
Lo rescatable fue haber evitado la multa de la Tabla de Cocientes, pero ese no era el objetivo principal que Querétaro y Mora se habían propuesto al arranque del torneo. La idea era competir y volver a ser protagonistas, meterse entre los 10 primeros para tener una oportunidad con el Play-In. Sin embargo, eso parece imposible.
A falta del último partido, los Gallos tienen poco por lo cual jugar, más allá del orgullo. Ahora tendrán que replantear una vez más el nuevo proyecto, entender qué sigue fallando.
Porque más allá del resultado ante Atlas, el Clausura 2025 dejó de nuevo en evidencia que al equipo le hace falta mucho más que solo una victoria para volver a ser aquellos Gallos que dejaban todo en la cancha.
