La política es la constante lucha de los que quieren entrar y los que no quieren salir.
Una profesión dura, que requiere una cantidad impresionante de sacrificios personales, quien se dedica a la política prácticamente renuncia a su vida personal, y no es como en otras profesiones donde al avanzar recuperas algo de lo sacrificado, políticos perdedores y ganadores sacrifican por igual, los frutos también son generosos, servir, servirse, hacer carrera y el objetivo de muchos, obtener el tan preciado poder.
Para llegar al poder hombres y mujeres hacen lo que sea necesario, muchas veces incluso el ridículo, admiro profundamente quien se dedica a la política con la intención de trabajar para los demás, de hacer la diferencia no solo hoy, sino para las generaciones venideras. Conozco gente que se entrega en cuerpo y alma al servicio público, también conozco gente que se sirve a manos llenas el dinero que atrae el poder.
Mientras menos tiempo falte para las elecciones, más esfuerzos veremos por parte de la clase política para atraer nuestra atención. Algunos esfuerzos muy loables y basados en el trabajo, hay quienes se vuelcan a las calles a tratar de darse a conocer, hay gente más burda que pinta una barda con su nombre. La ironía es que sin importar el partido, hombres y mujeres violan o le dan la vuelta a la ley que supuestamente quieren defender, dicen ser diferentes a los demás, pero usan las mismas triquiñuelas, pagan entrevistas, salen en revistas que solo les inflan el ego, a veces más al entrevistador que al que pagó por el “servicio”. Las redes sociales se inundan de fotografías de los políticos limpiando mocos de niños en las calles, o contándonos tiernas historias de su infancia, todo por darse a conocer y tratar de ganar nuestra atención y a la postre una elección.
No hay distinción de colores o género, aquí sí, todas y todos son iguales, probablemente lo que se deba analizar en el futuro son las leyes electorales, tal vez debamos dejar de ser tratados como niños a los que no se nos debe distraer para que podamos votar de manera objetiva, creo que la única línea que no debería cruzarse es el uso de recursos públicos para hacerse promoción. Insisto nadie se salva, habría que recordar todo lo que hizo AMLO en las mañaneras y las giras de “trabajo” pagadas con recursos públicos, no solo promocionó su imagen, ayudó a decenas de políticos de MORENA a ganar elecciones. El más claro ejemplo del uso faccioso y electorero del poder y dinero público.
Yo nada más les pediría que no le quieran ver la cara a la gente, aparecen decenas o cientos de bardas pintadas con el nombre del que dice ser, y finge no saber nada al respecto. Comencemos por respetar la inteligencia del electorado aunque violen la ley, o al menos le den la vuelta, una y otra vez.
Éxito y bendiciones