Acceder a una red social, tu cuenta del banco o correo electrónico suele ser fácil con la ayuda de una contraseña que todavía contiene números, letras y en algunos casos, caracteres especiales como puntos y guiones.
En los celulares cada vez es más común desbloquearlo con tu huella digital o al escanear tu rostro frente a la cámara, lo que se conoce como datos biométricos. Éstos nos ayudan a tener un mayor control de seguridad en nuestros accesos pero también representan peligros en internet.
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La biometría es una rama de la ciencia que se dedica al análisis de las características físicas y del comportamiento. Deriva de las palabras metría que en griego significa medida o medición y de bio, prefijo relacionado con las palabras vida y a los seres vivos. Literalmente biometría significa la medición del cuerpo humano.
El ser vivo posee muchas características en su cuerpo y el ser humano cuenta con varias muy particulares como “las huellas dactilares, el iris, la forma de tu rostro o incluso la forma en la que hablas”, relata la revista del consumidor.
Estas características sin utilizadas por los dispositivos inteligentes con el fin de autenticar tu identidad, ofrecer mayor protección, evitar robos y mal uso de tus datos.
¿Qué dispositivos utilizan los datos biométricos?
- Celulares inteligentes: Desbloquea el teléfono con tu huella dactilar o tu rostro, incluso puedes ingresar a algunas aplicaciones con esta misma función.
- Aeropuerto: Ayudan a identificar a las personas que viajan y así evitar que los boletos sean clonados al intentan suplantar la identidad de quien compró su viaje.
- Juegos/Juguetes: Algunos permiten crear personajes que se parecen a ti e interactuar virtualmente con otros.
- Laptop: Desbloqueo con comandos por voz, huella dactilar o tu rostro. Misma situación que con los teléfonos inteligentes.
- Sistema de pago: Permiten identificar al cuentahabiente, generalmente con huella dactilar, detección de facciones en el rostro y algunos patrones de escritura o pulsaciones en la firma.
- Cerradura de casas: Aquí te permite abrir establecimientos o viviendas y generalmente se ocupa la huella dactilar. Existen en el mercado cerraduras con identificadores de iris, voz y rasgos faciales para brindar mayor seguridad.
- Cámaras de seguridad: Ayudan a identificar a personas en lugares y horas específicas, con la identificación de rasgos faciales y el iris en caso de cámaras más especializadas. Éstas también son utilizadas en algunas casas como medida de seguridad o para vigilar actividades mientras se encuentran fuera del domicilio.
- Automóviles: Abrir las diferentes partes del vehículo, generalmente, con la detección de huellas dactilares, geometría de la mano, detección de rasgos faciales y hasta el iris en algunos casos.
Ventajas y desventajas
Como suele ser en aspectos tecnológicos, no todo es color de rosa y aunque este tipo de acceso ofrece muchas ventajas, también hay situaciones contrarias.
La privacidad y mayor protección contra robos de identidad es el mayor beneficio que ofrece usar datos biométricos en vez una contraseña común de caracteres. La comodidad de no tener que recordar una contraseña y que nadie más tiene “esos datos” lo vuelve un sistema muy fuerte contra fraudes.
Sin embargo, esa misma situación pone en predicamento el uso de los datos cuando, por alguna razón de peso, se requiere de una tercera persona para que acceda a la cuenta. Al no tener la huella dactilar, el mismo iris o la voz, deja todo el poder de ingreso a una sola persona, sin que ella pueda delegar a otra por mucha confianza que exista.
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El mismo riesgo existe cuando las empresas suelen ser hackeadas o existan fallas digitales de las que no haya forma inmediata de solucionarlas. El cambio físico que sufrimos los seres humanos también afecta al momento de querer usar el rostro como llave de acceso, por evidentes razones.
