La publicación del plan de acción de la UNESCO para combatir la desinformación y proteger la libertad de expresión va acompañada de una encuesta de opinión realizada por IPSOS para la Organización entre ocho mil personas de 16 países en los que se celebrarán elecciones en 2024.
La encuesta muestra que el 85% de los ciudadanos están preocupados por el impacto de la desinformación en línea, en un momento en que las redes sociales se han convertido en la principal fuente de información para una gran mayoría de ellos.
Échale un ojo: UNESCO quiere regular redes sociales y proteger la libertad de expresión en un solo movimiento
Asimismo, indica que el 87% de los ciudadanos cree que esta desinformación ya ha tenido un impacto importante en la vida política de su país y teme que influya en los resultados de las elecciones previstas en su país el año que viene.
En consecuencia, el 88% de los encuestados desea que los gobiernos y los reguladores resuelvan rápidamente este problema regulando las redes sociales.
Preservar la libertad de expresión y todos los derechos humanos
“Hay un requisito cardinal que ha guiado nuestro trabajo, el de preservar siempre la libertad de expresión y todos los demás derechos humanos. Coartar o restringir la libertad de expresión sería una solución terrible.
Los medios de comunicación y las herramientas de información libres, de calidad e independientes son la mejor respuesta a largo plazo a la desinformación”, abogó también la directora general de la UNESCO.
En particular, el organismo señala que las plataformas deben contar con equipos de moderadores cualificados, en número suficiente y que hablen todas las lenguas principales de sus redes sociales, para que puedan llevar a cabo un control fiable y eficaz de los contenidos publicados en línea.
También deben garantizar la transparencia del proceso de moderación, incluso cuando esté automatizado mediante algoritmos; y deben facilitar su uso, en todas las lenguas principales del país en el que operan, e informar sobre las denuncias y quejas de los usuarios.
Respecto a las medidas necesarias para garantizar la integridad electoral, pide una imagen de marca clara y una mayor transparencia de la publicidad política y su orientación.
También se incluyeron elementos específicos para el sector cultural, destacando los riesgos a los que se enfrentan los artistas y la necesidad de acceso en línea a “contenidos culturales diversos” como un derecho humano fundamental que debe salvaguardarse.