Una jueza federal en Estados Unidos determinó que Google ejerció un monopolio ilegal en dos segmentos del mercado de tecnología publicitaria en línea, en un caso clave presentado por el Departamento de Justicia. La decisión representa un revés significativo para el gigante tecnológico y abre la puerta a una posible división de sus productos publicitarios.
La resolución fue emitida este jueves por la jueza Leonie Brinkema, del tribunal federal en Alexandria, Virginia. Según el fallo, Google violó las leyes antimonopolio al limitar la competencia en los servicios de anuncios para editores, afectando a rivales, clientes y consumidores.
“Además de privar a los competidores de la posibilidad de participar, esta conducta perjudicó gravemente a los editores, al proceso competitivo y, en última instancia, a los consumidores de información en la web abierta”, escribió Brinkema en su decisión.
Vender Google Ad Manager
El Departamento de Justicia ha propuesto que Google venda al menos su plataforma Google Ad Manager, que incluye su servidor de publicación de anuncios y su mercado de intercambio publicitario. Esto permitiría restablecer la competencia en un ecosistema clave para la financiación de contenidos en internet.
El fallo no es definitivo. Se ha programado una segunda audiencia —aún sin fecha— para determinar qué acciones deberá tomar la empresa, incluidas posibles desinversiones.
Google enfrenta más juicios
Mientras tanto, Google se prepara para enfrentar otro juicio en abril de 2025, esta vez relacionado con su dominio en el mercado de búsquedas en línea y el navegador Chrome.
En respuesta, la vicepresidenta de Asuntos Regulatorios de Google, Lee-Anne Mulholland, afirmó que la empresa apelará el fallo. “Ganamos la mitad de este caso y apelaremos la otra mitad”, declaró, al tiempo que defendió la eficacia de las herramientas tecnológicas de anuncios que ofrece Google.
Esta es la segunda vez que una corte estadounidense declara que Google mantiene un monopolio ilegal. En este caso, se trata de su papel dominante en el ecosistema que permite a los editores monetizar contenidos mediante publicidad digital, considerado por la jueza Brinkema como “la sangre vital de internet”.
