Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido artísticamente como Bad Bunny, ha logrado poner sus propias reglas en la industria del entretenimiento. Fiel a su estilo y a su ideología, el reguetonero sorprendió al aparecer en la portada de la revista Vanity Fair y hablar sobre esos temas que han creado polémica en su carrera.
Una de las cosas que llamó la atención es su sentido de la moda, es un hombre camaleónico que se transforma continuamente y en las fotografías para la publicación se muestran sus inquietudes y ganas de experimentar.
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El Conejo malo ha pasado por diferentes looks que contrastan con su personalidad. De niño fue un corista en la iglesia católica en la que su madre, Lysaeurie Ocasio, servía como devota feligresa, eso le sirvió para afirmar su pasión por la música a muy temprana edad, explicó en la entrevista con Vanity Fair.
Bad Bunny tiene el poder de hacer lo que quiera en la industria, e incluso ya es objeto de estudio académico. Una clase de posgrado en la facultad de Periodismo y Medios de Comunicación de la Universidad Estatal de San Diego analiza su impacto sociopolítico en la cultura latina.
Bad Bunny está de regreso
Este otoño lanzará un nuevo álbum, “estoy jugueteando y pasándolo bien, soltándome. Me inspira mucha de la música de los años 70, pero no estoy seguro de cómo moldeará mi música, si lo hará de manera generalizada o únicamente en una canción”, señaló para la revista.
Tras haber anunciado que se tomaría un año de descanso, el artista está listo para retomar su carrera y fortalecer su carrera que comenzó siendo un niño. Ahora, a sus 29 años, tiene claro cómo llevar su camino en la industria: defender su estilo y mantener su vida personal alejada de las cámaras.