Este 2025, el festival Vive Latino festejará 25 años desde su primera edición, mismos que han estado plagados de energía, emoción y pasión por la música, convirtiéndose así en un espacio comprometido con darle apertura a nuevas propuestas y seguir apoyando a agrupaciones y artistas consolidados.
A través de los años, el Vive Latino se ha transformado en uno de los eventos musicales más importantes de la Ciudad de México, logrando mantenerse como uno de los festivales favoritos de parte del público, especialmente por las propuestas musicales que se suman año con año.
La nueva edición del famoso festival se llevará a cabo el próximo 15 y 16 de marzo, por lo cual previo al arranque de todas las actividades, Jordi Puig compartió parte de la historia del Vive Latino, tomando en cuenta todos los cambios por los que ha atravesado.
“En 1997 asistí a una junta de programación en Ocesa y salió a la conversación el rock, los conciertos de rock y puntualmente salió a la conversación el rock en español. Y fue entonces cuando me voltearon a ver los participantes de la mesa y me dijeron: ¿Y por qué no haces más conciertos de estos? Y la verdad es que yo les dije: Honestamente no estoy seguro de cuántos grupos de rock en español pueden llenar teatros o auditorios. Y entonces me dijeron: Pues ponlos juntos y ese fue el momento preciso de concepción del Festival Vive Latino. Ahora, 25 años después, me doy cuenta que este movimiento ha sido posible porque en ese momento ya había un gran grupo de personas con la misma inquietud creativa, el movimiento de rock en español ya estaba efervescente en las calles”, dijo.
El Vive Latino es sinónimo de versatilidad, apertura y diversidad, convirtiéndose en un espacio en donde convergen diversos géneros musicales e identidades, por lo cual Jordi Puig resaltó la forma en la que el festival ha logrado evolucionar en cada una de sus ediciones, con el objetivo de mantenerse a la vanguardia dentro de la industria musical.
“El Festival Vive Latino ha sabido madurar, renunciando a lo ortodoxo, en conjunto supimos crear un andamiaje, una estructura que su corazón es la actitud del rock, pero que hemos sabido abrazar cualquier tipo de género. Y lo único que hace eso es enriquecer al festival. El Vive Latino se ha convertido como un caso de integración ciudadana; sin embargo, es inevitable pensar las veces que el festival se ha tenido que reinventar. Y yo creo que esa es una de las claves por las cuales el festival ha perdurado tanto tiempo y por las cuales se identifica tanto con esta nuestra ciudad de México tan mágica y tan capaz de reinventarse a sí misma continuamente”, comentó.
Por su parte, al respecto de las propuestas musicales que forman parte de esta edición; Javier Blake, integrante de División Minúscula, compartió su emoción y agradecimiento al Vive Latino, ya que se convirtió en un espacio que funciona como una plataforma para impulsar a nuevos artistas.
“Hemos tocado siete veces en el Vive Latino. Para mí es un gran honor siendo una banda de provincia que comenzamos en 1996. Nuestro primer disco tardó 5 años para poder salir, los tiempos eran muy diferentes a los estándares de hoy, cuando comenzamos el escenario del Vive Latino parecía algo muy lejano, inclusive algo ajeno a nosotros; sin embargo, desde la primera vez que pudimos pisar ese escenario lo sentimos como casa y creo que eso es algo muy importante que nos ha dado a todos nosotros, generación tras generación”, explicó el artista.
