La iniciativa de los establecimientos adheridos a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentos (CANIRAC), en Guanajuato, de implementar alcoholímetros para el uso de los comensales que se retiran de los lugares, no ha tenido los efectos que esperaban, pues de acuerdo con los empresarios, esto se ha considerado una medida hostil, y no de prevención.
Manuel Bribiesca Sahagún, presidente de la CANIRAC en Guanajuato, fue enfático al señalar que “nadie lo utiliza, ni siquiera como broma”, pues dijo, provocan incomodidad en los comensales, aunque esta no tenga efectos legales, pues solo se le emite una recomendación a la persona que conducirá el vehículo.
Desde 2018, cuando el Congreso del Estado aprobó la iniciativa que obliga a los establecimientos a contar con estos dispositivos, esta no se ha publicado de manera oficial, por lo que hasta ahora, solo queda en una campaña de concientización, que no obliga a los comensales a hacerse la prueba de alcoholemia.
Son unos 600 establecimientos que pertenecen a la CANIRAC en León, y que han tenido que hacer una inversión de alrededor de dos mil pesos para la compra de aparatos que miden el nivel de alcohol en la sangre. Manuel Bibriesca señaló que está campaña no está teniendo efecto en los comensales, y pidió campañas de concientización más efectivas que acompañen a esta medida, pues los puntos de control de alcoholímetro sí se mantienen en la ciudad.
