Los cárteles, su posición estratégica para el trasiego de drogas a Estados Unidos y la industria de la maquila y sus dinámicas incentivan el consumo de drogas en Ciudad Juárez.
«Somos una frontera grande, que se utiliza principalmente para el narcotráfico. Y al existir esa compraventa de drogas ilícitas hace que se formen ciertas asociaciones delictivas. Y eso hace aumentar la demanda y el número de usuarios», explicó hoy a Efe el director de la Unidad de Hospitalización de Centros de Integración Juvenil (CIJ) Ciudad Juárez, Adrián Ríos.
Desde 1993, tras la llamada Operación Bloqueo que reforzó los controles migratorios y de contrabando de Estados Unidos, creció el consumo al haber más narcóticos del lado mexicano.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas Alcohol y Tabaco 2016-2017, el 11.7 % de los ciudadanos de Chihuahua consume drogas ilegales, colocándose entre los primeros estados de México y lejos de la media nacional del 9.9 %.
Aunque no hay datos específicos de Ciudad Juárez, en este municipio parece que la problemática es visible.
El Programa Compañeros, por ejemplo, trabaja con unos 2 mil usuarios de drogas inyectables al año. Mientras que el CIJ, entre otros servicios, atiende a diario 400 usuarios de metadona.
Dos grupos delictivos rivales, Los Aztecas y La Línea, pelean el tráfico a pequeña escala y trabajan con tres poderosos cárteles que buscan controlar el narcotráfico; el de Juárez, el de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación.
En medio de esta dureza, muchos consumidores en Ciudad Juárez luchan en un difícil camino para evitar las drogas. Según el CIJ, solo el 1 % evita recaer pasado el año.