Manejamos el Audi Q3 modelo 2013 con motor alimentado por diésel, un SUV deportivo, eficiente y versátil. Es capaz de adaptarse al entorno urbano o sus alrededores. Podemos disfrutar de un vehículo con una gran amplitud para los viajes de fin de semana y para ocuparlo en el día a día.
Esta gran Q3 TDI tiene toda la genética de Audi. Desde el ángulo que se le observe sabemos que estamos frente a un alemán de la casa de Ingolstadt. Con esas luces de LED sabemos que este SUV campirano viste bastante elegante.
Es curioso que la gente siga satanizando el diésel. El combustible en México es muy malo y contiene mucho azufre pero el que un coche como éste incorpore un propulsor así es una maravilla. Nada mejor que contar con 20 kilómetros por litro, un excelente despegue o torque desde bajas revoluciones o arranque y no tener que pararse en una estación de Pemex por al menos dos semanas.
Resultados de la prueba
Tipo: SUV compacto
Diseño exterior: Posiblemente su mejor desplante lo vemos en el diseño frontal.
Comportamiento dinámico: Equilibrado y una dirección precisa. Aunque el turbolag o retardo del turbo impide salir con toda la fuerza al momento de estar en reposo.
Diseño interior: Elegante. Para sus dimensiones tiene una gran amplitud en la parte delantera. La parte trasera está algo comprometida y es para dos pasajeros y no tres como se pretende. El espacio para carga es bastante amplio.
Materiales y tapicería: De alta calidad.
Motor de la versión probada: TDI cuatro cilindros 2.0 litros con 177 hp con transmisión S-Tronic de siete cambios.
Precio de la versión probada: 518,200 pesos
Consumo de combustible: Bastante eficiente
Comentarios: Tiene mucho a su favor, desde su diseño hasta el excelente desempeño y economía de combustible. Hasta el momento niniguno de sus competidores ofrece una versión con motor diésel.
A mejorar: Que el sistema de infoentretemiento permita conectar los dispositivos externos sin la necesidad de un conector especial.
Tiende a atraer a los compradores que les gusta un SUV de tamaño compacto, pero con una gran amplitud interior. Sabe mezclar el refinamiento y la versatilidad, ya que puede ser un todoterreno pero a la vez se comporta como un sedán deportivo. Por último, el estatus que significa tener un Audi es otro de sus activos fuertes.
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