«Soy inocente» fueron las palabras con llanto en los ojos de Daniela Castro, luego de haber sido acusada de robo sin pruebas fehacientes el pasado 29 de septiembre de 2018 en la tienda departamental Saks Fifth Avenue, de San Antonio Texas.
Acompaña por su selecto equipo de abogados el Lic. Alfonso Cabañas Lic. Mark Fassold, y el Dr. Edmundo de la Garza, la actriz contó a detalle la violación que sufrió a sus derechos como mujer y abuso sexual por parte del empleado que la detuvo y la cateó como si fuera una delincuente por haber hurtado prendas de la tienda que ya había pagado por una suma de 700 dólares.
«Quiero compartirles que he vivido la experiencia más difícil de mi vida. He sido juzgada, crucificada, señalada, derrotada, humillada por algunos medios, por otros no. A todos los que me crucificaron y a todos los que me dieron el voto de confianza les agradezco…», dijo llorando en una rueda de prensa en el Hotel Marquis de la Ciudad de México.
«Para mí los tiempos de Dios son perfectos y yo soy inocente, se cometió una injusticia, soy madre de familia, tengo 32 años de mi vida trabajando, tengo una carrera les consta que es impecable», ahondó la protagonista de «Lo que la vida me robó».
Este suceso también le ocasionó daño a su imagen pública, perdiendo contratos de trabajo, pero asume que también ha sido una gran lección de vida y aclaró que no tiene ninguna enfermedad emocional.
«No soy cleptómana, no estoy enferma de nada, esto me afectó emocionalmente mucho más de lo que ustedes pueden imaginar», asumió la actriz quien dijo que lo que más le dolió fue el daño que le hicieron a sus tres hijas Daniela, Alexa y Gustavo. “Ellos han sido mi motor todo este tiempo”.
Daniela contó que ese día había ido sola a la tienda sola a comprar ropa y aunque no pudo explicar con lujo de detalle por órdenes de sus abogados, se sabe que regresó a la tienda minutos después para hacer unos cambios tardando más de 10 minutos en la caja, que fue lo que detonó el arresto al pensar que no había pagado el resto de los productos que adquirió por los cambios.
“Mi esposo no estaba, yo fui sola a la tienda y mi esposo llegó porque me permitieron hacer una llamada. Estuve secuestrada dos horas, torturándome… fue cuando mi esposo llegó…”, expresó Daniela, quien nunca estuvo en una celda, pero si en un separo donde experimentó el dolor de otras personas que son detenidas por diversos ilícitos.
“Tuve la oportunidad de ver, experimentar y sentir el dolor de muchas gentes, la desesperación, niñas de 14 años metidas por drogadicción, prostitución por una serie de cosas, pero jamás fui agredida, al contrario, me dieron buen trato”, los policías del Condado de Bexar, donde fue llevada luego de ser detenida.
Ahora que el estado de Texas desistió de los cargos en su contra por falta de pruebas, la actriz tendrá que regresar a dicho estado norteamericano junto a su abogado Mark Fassold, quien ha iniciado una demanda contra la tienda y el empleado de nombre Dennis Joseph Belmonte por el daño moral causado exigiendo más de 1 millón de dólares por daños y prejuicios en contra de la mexicana.
Al final Daniela dejó claro que ella no tiene nada en contra de la tienda en México, “porque siempre he recibido buenas atenciones con mucho respeto, ellos no tienen nada que ver con lo que paso en Estados Unidos”.