Pelé aseguró el jueves que no está enfermo de gravedad, con lo que apaciguó los temores de que su salud se había deteriorado al recibir tratamiento por una infección urinaria.
El legendario astro del futbol brasileño, de 74 años, usó su cuenta en Twitter para negar las versiones de un empeoramiento de su salud y que se encontraba bajo terapia intensiva.
“Quiero aprovechar esta oportunidad para hacerles saber que estoy bien”, dijo en la red social. “No me llevaron a terapia intensiva hoy, simplemente fui reubicado en un cuarto del hospital por cuestiones de privacidad”.
Pelé fue sometido a una operación para extirparle cálculos renales el 13 de noviembre, pero el lunes fue ingresado de nuevo en el hospital luego de que se le diagnosticara una infección en las vías urinarias.
“Tengo la fortuna de recibir su amor y apoyo y agradezco a Dios porque esto no fue grave”, dijo. “Espero pasar las próximas festividades con mi familia y comenzaré el nuevo año con buena salud y muchos viajes internacionales ya planeados”.
El representante de Pelé había informado previamente que el tricampeón mundial se recuperaría completamente y pronto de una infección causada por la operación.
Paul Kemsley dijo en un comunicado enviado a The Associated Press que los informes en torno a un supuesto agravamiento de la situación de Pelé y que habría sido llevado a terapia intensiva “fueron exagerados”.
“Fue reubicado en un área especial únicamente por cuestiones de privacidad debido a que el gran número de visitantes hacía imposible que recibiera el tratamiento y cuidado necesarios”, dijo el representante.
El hospital Albert Einstein emitió una declaración inicial en la que dijo que Pelé había sido transferido a una unidad de “cuidados especiales”, luego que su condición se volviese inestable.
Ese parte médico generó alarma en Brasil, con los medios de prensa informando que la condición de Pelé había empeorado.
El hospital difundió una posterior declaración en la que señaló que Pelé había “mejorado”, pero por primera vez mencionó que estaba en una “unidad de tratamiento intensivo” y que recibía tratamiento por cálculos renales.
La oficina de prensa del hospital había negado inicialmente que Pelé estaba en la sala de cuidados intensivos.
El comunicado de Kemsley acerca del estado de salud de Pelé fue enviado luego del último informe emitido por el hospital.
“Pelé planea pasar la temporada de vacaciones con su familia y en Año Nuevo retomará su apretada agenda”, indicó Kemsley. “Ya están confirmados los viajes a Australia, China, Nigeria y Azerbaiyán para principios de 2015”.
Pelé fue ingresado el lunes para una evaluación médica y se le diagnosticó una infección urinaria. Estaba siendo tratado con antibióticos. Estuvo en el mismo hospital hace menos de 15 días por cálculos renales.
Pese a que se sometió a cirugías en la cadera y por desprendimiento de la retina del ojo izquierdo, Pelé ha disfrutado de buena salud en los últimos años.
Se ha mantenido activo en sus funciones como embajador mundial del fútbol, y con sus múltiples negocios. También participa en varias campañas de publicidad y acude a muchas de las grandes citas del fútbol.
Pelé se consagró campeón en los mundiales de 1958, 1962 y 1970 y se le reconoce como el goleador más prolífico de todos los tiempos, con 1.281 tantos anotados en los 1.363 partidos que disputó en su carrera.
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