Con una mezcla de nostalgia, alegría y agradecimiento por parte de todos los galardonados, se llevó a cabo la Quinta Investidura del Salón de la Fama del Futbol Nacional e Internacional en esta ciudad.
La futbolista estadounidense Michelle Akers, campeona del mundo en 1999, fue la primera en recibir este reconocimiento, algo que, consideró, la obliga a ser mejor persona en todos los aspectos, al ser “un ejemplo para la juventud, que sigan su corazón y puedan obtener lo que quieran”.
El técnico Víctor Manuel Vucetich fue el primer talento mexicano en recibir el nombramiento, algo que consideró como un orgullo por tener la oportunidad de “codearse” con celebridades del futbol nacionales e internacionales.
“Hago una distinción a mi familia, a mis hijos que siempre han estado conmigo y a los buenos amigos que siempre están conmigo, sin distinguir lo bueno y lo malo”, apuntó.
El siguiente turno fue para el campeón del mundo en Argentina 1978 y México 1986, el argentino Daniel Pasarella, quien, además de agradecer este reconocimiento, elogió la infraestructura del Grupo Pachuca.
El momento más emotivo de la noche se dio con el estratega Enrique Meza, quien al borde de las lágrimas expresó lo que representaba para él que su nombre fuera colocado en la lista de los inmortales del futbol.
“Se me perdió mi hoja (del discurso)… tengo que dar gracias a toda la gente que ha trabajado conmigo, a Dios, a mi familia, a mis nietos… gracias a todos, a los clubes, a los dueños, al futbol, que me dio la oportunidad siempre de ser feliz, porque el futbol lo predispone a uno a la felicidad”, indicó.
Mientras los tres decanos que ingresaron al recinto de los inmortales fueron encabezados por el uruguayo Alcides Ghiggia, campeón del mundo en 1950 y figura en el famoso “Maracanazo” ante Brasil, quien falleció el pasado 16 de julio.
También fueron inducidos el argentino Amadeo Carrizo, portero figura con River Plate y la selección de su país, así como el húngaro Ladislao Kubala, leyenda del Barcelona de España y seleccionado por Hungría, España y Checoslovaquia (hoy República Checa).
También tienen un lugar en este Salón de la Fama de Pachuca el ex futbolista portugués Luis Figo, así como el holandés Ruud Gullit, quien dejó en claro que para él sí era penal el que se marcó en el partido de octavos de final de la Copa del Mundo Brasil 2014 a favor de Holanda, el cual significó la eliminación de México.
“He jugado contra México y sí era penal, no porque era, sino porque el árbitro lo dio. Una Copa Mundial sin México no es una Copa del Mundo, quiero desearle a México la mejor de las suertes con su nuevo técnico”, acotó.
Mientras otro mexicano que ya está entre los grandes del futbol es el ex delantero Luis García, quien explicó que es una persona que no le gusta voltear a ver lo que sucedió en el pasado, pero en este caso hizo una excepción.
“Esta ceremonia me obligó a parar los pies y a voltear la cabeza hacia atrás para ver mi carrera como futbolista, por ello agradezco a la gente que me puso en la misma esfera de estos genios, me recordó que me la pasé muy bien jugando futbol”, expuso.
El cierre de la noche no pudo tener mejor invitado que en la persona del técnico de la selección de España, Vicente del Bosque, campeón de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 y la Euro Polonia-Ucrania 2012.
“Estos últimos años han sido muchos los reconocimientos que hemos tenido tras ser campeones del mundo, se han focalizado en mí estos reconocimientos, me da mucha vergüenza”, indicó.
No obstante, también aseguró sentirse “orgulloso porque el futbol español es así de reconocido, me apropio de algo que es de los jugadores, que son los verdaderos protagonistas de los hechos”.
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