El defensa Israel Jiménez expuso que la balanza pudo inclinarse a favor de Tigres de la UANL porque nunca se desesperaron, aunque en dos ocasiones perdieron la ventaja en el marcador.

El cuadro regiomontano llegó al duelo de vuelta de la final con una ventaja de 3-0, la cual perdió en los 90 minutos reglamentario y, en tiempo extra, logró el gol para llevarse el campeonato.

Sin embargo, en la recta final se vieron empatados y todo pudo definirse en penales, en los que fueron mejores.

“No bajar los brazos (fue la clave), eso fue fundamental y siempre fuimos al frente y tuvimos una gran actitud”, expresó.

El zaguero afirmó que, aunque él fue el quien ejecutó el penal para obtener el triunfo, el mérito es de todos los jugadores que cumplieron con sus respectivas labores.

“Muy feliz, pero es parte de todo el grupo; me tocó a mí tirar el definitivo, pero somos un equipo. Gracias a Dios se cumplió con el objetivo”, sentenció Jiménez.

El cuadro de la “Sultana del Norte” logró su cuarto título en el futbol mexicano y, con ello, empatar a su acérrimo rival, el conjunto de Monterrey.