A pesar de que lentamente se abren más espacios, en Guadalajara, las agresiones contra la comunidad lésbico, gay, bisexual, travesti, transexual, transgénero, queer e intersexual (LGBTTTQI) se quedan en la impunidad.
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Un estudio desarrollado en 2018 por la organización Kaliopeo revela que 77% de las personas la diversidad sexual en la metrópoli han sufrido algún tipo de agresión. El factor común revela que la mayoría de estos ataques son perpetrados por desconocidos. De estos eventos, 57% de los encuestados afirmó haber recibido burlas o insultos, 24% actos de discriminación en lugares públicos, 17% eventos de acoso sexual y los otros más incidentes más comunes son la agresión física, chantaje, extorsión o violencia sexual.
No obstante ahí es donde se guarda silencio: apenas tres de cada 100 víctimas reportó lo ocurrido ante alguna autoridad e incluso 15% de las personas optaron por no contarle a alguien de estos eventos.
La encuesta revela que para la comunidad LGBTTTQI, las personas más preparadas para apoyarlos en caso de una agresión son los profesionales de la salud, mientras que los policías los consideran los menos calificados.
“Hemos atendido casos de agresiones que ocurren dentro del seno familiar, muchas veces desde ahí empieza la discriminación y las violencias. Si desde ahí no hay un entorno adecuado para denunciar, cómo se le puede tener confianza a una autoridad (…) ahora, las autoridades muchas veces ignoran u obvian estos tipos de incidentes. El lenguaje diario está muchas veces plagado de agresión y la gente lo pasa por alto, por consecuente también la autoridad”, explicó Gregorio Ruiz, activista de los derechos de la diversidad sexual.
El promotor señaló que Guadalajara se ha transformado en los últimos años en una ciudad gay friendly, pero aún así queda mucho por hacer en capacitación de derechos humanos.
“Las lesbianas y transexuales son dos de los grupos donde hemos documentado focos rojos porque con ellas se elevan las agresiones y escalan a incidentes de acoso, hasta agresiones sexuales. Las violentan en la calle y les hacen comentarios obscenos. En el caso de la comunidad trans, son frecuentemente agredidas y discriminadas, pero incluso en sus actividades cotidianas como discriminalas en obtención de trabajos”, concluyó.