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El candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, consideró que el Instituto Federal Electoral (IFE) debería dar mayor libertad en los debates a los candidatos presidenciales y permitir el uso de diversos materiales.
En su rueda de prensa matutina, el abanderado de los partidos de la Revolución Democrático (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, indicó que se debería autorizar el uso de equipo de cómputo, asesoría e incluso del telepronter o del “chícharo”.
En este contexto, señaló que el aspirante presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, rehúye a los debates por la falta de argumentos y de capacidad para confrontar sus ideas.
López Obrador añadió que si bien el no asistir a los debates es una estrategia que le han recomendado al priista sus asesores para que no se exponga y establezca relación con las personas, “allá él, porque al final la gente es la que va a decidir”.
Afirmó que para Peña Nieto y su partido la estrategia es preparar todo en los foros de televisión, instalar telepronter y el uso del “chícharo” y por eso no quiere participar en más debates y no quiere asistir a entrevistas abiertas.
Reconoció que en su caso tiene la desventaja de que “no hablo de corrido, ni en dos minutos que dan por tema, voy a decir buenas noches amigos y se va a acabar el tiempo”, por lo que insistió en que debe haber libertad para que se realice este ejercicio.
Al preguntarle si fue esa su estrategia hace cinco años, López Obrador respondió que son circunstancias diferentes y que en ese tiempo no quiso asistir a uno de los debates porque se enteró que un día después se preparaba un “post debate” en un programa de televisión para decir que él había sido el candidato perdedor.
Sin abundar más en el tema, recordó su teoría del complot aunque aclaró que por ahora “no quiero anclarme en el pasado porque el tiempo y los hechos me han dado la razón.
El perredista afirmó que en materia de debate, él asistirá a todos los que sea invitado, por lo que reiteró su llamado a Televisa y Televisión Azteca para que organicen ejercicios de ese tipo.
Adelantó que asistirá al encuentro que anunció el líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia y tratará de convencer a los integrantes de éste para que no voten en blanco como lo están promoviendo.
Por otra parte, el aspirante presidencial detalló que con su plan de austeridad, que aplicaría de ganar la contienda presidencial el 1 de julio, se lograrían ahorros por 300 mil millones de pesos que se destinarían a crear fuentes de empleo y fondos para el desarrollo del país.
Este plan, que aplicó cuando fue jefe de gobierno, abundó, solo afectará a los altos funcionarios públicos que ganan entre un millón, y tres millones 300 mil pesos al año y que representa 2.9 por ciento de la burocracia, por lo que 97.1 por ciento no será incluido.
Dio a conocer que de lograr el triunfo electoral en las urnas en los comicios presidenciales, el se fijaría un sueldo de menos de la mitad de lo que ahora percibe quien se desempeña en este cargo, pues sólo obtendría un salario de cien mil pesos mensuales.
Con este plan, insistió, se terminarán las cajas de ahorro, los gastos médicos mayores y el turismo político al extranjero, pues se eliminarán todos los gastos superfluos en la Administración Pública Federal “y se acabará la parafernalia”.
Para financiar el desarrollo, externó, existen dos caminos. El primero, aumentar los impuestos lo cual no tiene considerado, o aplicar un plan de austeridad republicano en el que como decía Benito Juárez “se debe aprender a vivir en la justa medianía”.
