FOTOS: Artesanías y juguetes, presentes para dar el Grito
FOTOS: El “cinismo” ilustrado de Eduardo Salles
El mariachi, como lo conocemos hoy en día, con el traje de charro y numerosos instrumentistas, tuvo sus orígenes en la humildad del pueblo, en el vestuario multiétnico del centro-occidente de México y se dice que fue en Nayarit donde se dio cuenta por primera vez de estos grupos.
El director del Centro de Culturas Populares e Indígenas de Nayarit (Cecupi), Sergio Sartiaguín Montes, resaltó que es en el estado donde se tiene registro de las primeras menciones de la palabra mariachi, lo que no significa que tiene sus orígenes en la entidad.
Respecto al uso de la palabra mariachi, Sartiaguín Montes reveló que en el municipio de Rosamorada, “el padre Cosme García publica una carta pidiendo a sus superiores que lo cambien de lugar para seguir oficiando, porque hay una serie de grupos, que se hacen llamar mariachis, que no lo dejan conciliar el sueño”, este hallazgo, dijo, lo hizo Jean Meyer.
También señaló que el antropólogo Jesús Jáuregui, luego de realizar investigaciones en la costa de Nayarit, en el municipio de Santiago Ixcuintla, encontró documentos parroquiales, fe de bautismo o defunción, la existencia de un pueblo llamado mariachi, que desapareció cuando el río Santiago cambió su curso.
Se sabe también, que en El Gran Nayar, llamaban mariachi a la tarima que utilizaban los lugareños como instrumento musical, aunque hay quienes, dijo el director del Cecupi, se atrevieron a decir, que era una referencia a la virgen María “MarÍa, Chi”, para aceptar el catolicismo impuesto; o que era un vocablo francés relacionado con el matrimonio.
Dijo que en Nayarit, en la región de El Gran Nayar, se encontraron instrumentos musicales, relacionados con el mariachi tradicional, en 1768 durante un recorrido que hizo el padre Bogarín a las misiones de los jesuitas, expulsados de México por la monarquía Borbónica.
Los instrumentos del mariachi tradicional eran guitarra, vihuela, y tarima, que es un tambor percutido con los pies, sin embargo se fueron adhiriendo otros, conforme las expresiones culturales llegaban a los pueblos.
Los hombres de la sierra, al bajar a la costa a realizar faenas en el campo, difundieron esta actividad que fue adoptada en la región centro-occidente del país.
Sergio Sartiaguín destacó que en la etnia cora, los instrumentos musicales distintivos de su mariachi tradicional eran el tambor de parche, el triángulo metálico, la flauta de carrizo, la guitarra y violines; mientras que los huicholes, utilizaban la vihuela, el tololoche y el violín.
Además de que en Nayarit se dejaron de usar el arpa y la guitarra panzona, que conservan los grupos del estado de Jalisco; asimismo, en Michoacán y Guanajuato ya no usan el guitarrón, aunque en algunas zonas se ha adherido el acordeón. Es en los años 40 cuando inicia la modernización del mariachi y se incluye la trompeta.
Sobre la vestidura, el maestro Sartiaguín revela que los integrantes del mariachi tradicional originalmente usaban su ropa normal, dependiendo de la etnia a la que pertenecían y que no hubo manera particular de vestirse hasta que llegan a las instituciones de cultura y a partir de los años 20 del siglo pasado se empiezan a vestir de charros.
En Nayarit, sostiene el entrevistado, no se desarrolló el gusto por el mariachi como en Jalisco, debido a cuestiones políticas, movimientos sociales y pugnas entre familias, lo que eclipsó el crecimiento de varios aspectos de la cultura en la entidad.
Existen registros de los grupos que fueron exponentes de esta actividad en el estado, como el Mariachi Cora, ahora Mariachi Cora de Don Trinidad Ríos Aguayo, quien hasta su fallecimiento en 2011, fue uno de los directores más reconocidos en el país, sobre esta actividad.
También hay en la historia nayarita, grupos como el mariachi de la familia Ríos, de origen huichol, y personajes destacados en los años sesenta del siglo pasado, como Arnulfo Andrade, Salvador Sánchez Ruvalcaba, Tereso Martínez, Fidel Martínez, entre otros.
Los temas que interpretaban los mariacheros estaban relacionados con la naturaleza, el paisaje, su entorno, las personas que los rodeaban, se le cantaba al mar, a la montaña.
Surgieron canciones obligadas del repertorio, como “El frijolito” y “Cuatro Milpas” que relata la historia de una inundación en Santiago Ixcuintla, que dejó en pie, sólo cuatro parcelas, destaca el funcionario.
Actualmente, en el Centro de Culturas Populares e Indígenas de Nayarit, opera la escuela de mariachi tradicional, integrado por sesenta niños, además de que se impulsa a la capacitación de “quienes han dejado de transmitir sus conocimientos y cambiaron de oficio para poder vivir”.
El objetivo es que continúen en la enseñanza y ejecución de instrumentos tradicionales y se preserve la actividad.
Se espera que en noviembre, en este lugar se lleve a cabo un festival del mariachi tradicional, en el que habrá talleres, conferencias, y una serie de actividades, encaminadas a difundir y conservar esta expresión, que a recientes fechas, el pasado 2 de septiembre, la UNESCO reconoció como patrimonio de la humanidad.