Un niño decidió dale a una chica un beso, pero no resultó como esperaba. Mientras bailaban y después de una ejecución, el joven aprovechó para juntar sus labios con los de ella.
La decisión no fue la mejor, pues la niña salió corriendo hacia los vestidores y, al parecer, directo al baño para vomitar.
Él se quedó sólo sobre la pista de baile, reflexionando sobre la reacción de su compañera. La vida no es fácil, y lo descubrió en el peor momento.
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