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Luego del gol tempranero de Tiago Mendes en el derbi madrileño, el portero Iker Casillas fue abucheado por su propia afición en el Santiago Bernabéu. Los aficionados merengues pensaron que el cancerbero podía hacer más en el cabezazo del futbolista portugués, aunque en realidad no tuvo la culpa en la anotación.
Cada vez que Casillas tocaba la pelota las gradas abuchearon a su portero, opacando a grupos de aficionados que trataban de darle ánimos al arquero.
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