Persiste la mala calidad del aire, se saben los efectos negativos de la contaminación en la población urbana, las propuestas por parte de expertos están sobre la mesa, pero la Ciudad de México sigue rezagada con la implementación de las llamadas Zonas de Baja Emisión (ZBE) o Ecozonas.
La propuesta surgió al seno de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y se planteó desde 2014 para el Centro Histórico de la Ciudad de México, sin embargo, ante la falta de avance, Cuernavaca (Morelos) y Toluca (Estado de México) alzaron la mano y trabajan en su ZBE.
El Centro Mario Molina -que recomendó al Gobierno local endurecer el Hoy No Circula en 2014 y acompañarlo de otras medidas, como pagos por congestión- propuso crear una Ecozona en el Centro Histórico, en un cuadrante de 9 kilómetros cuadrados.
El polígono estaría delimitado al norte por el Eje 1 Mosqueta; al oriente por Circunvalación; al sur por avenida del Taller; al poniente por Cuauhtémoc, Bucareli y Paseo de la Reforma, donde se concentran un total de 128 mil habitantes, de los cuales el 16% son población vulnerable (niños y adultos).
Ahí se registran 2.6 millones de viajes por día; el 70% se hacen en transporte público; el 29% en automóvil particular; el 0.5% en transporte de carga y una cantidad igual en modos no motorizados; por ellos se generan altas cantidades de dióxido y monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno.
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Las restricciones
El Centro Mario Molina recomendó restringir la circulación de hologramas 1 y 2 en la Ecozona; incorporar un esquema de Placas Verdes (PV) “que premie a los propietarios de automóviles de alto rendimiento de combustible, bajas emisiones y menor tamaño”.
De esta manera los autos con PV, eléctricos, con holograma 0 y 00 no tendrían impedimento para circular en la ZBE, pero el holograma 1 no podría entrar en horas pico (8 a 10 y 18:00 a 20:00 horas) de acuerdo a la terminación de placa; el holograma 2 no podría ingresar de lunes a sábado de 8:00 a 10:00 y de 18:00 a 20:00 horas, sin importar la terminación de placa.
“En relación a los vehículos particulares de la población residente en la ZBE, se propone en el corto plazo (etapa I) su libre circulación, sin importar el holograma o antigüedad de la unidad. Después de un periodo de 5 años (etapa II) se restringirá la circulación de los vehículos con más de 9 años de antigüedad”, explica el Centro Mario Molina.
Se restringiría el acceso además de las motocicletas con motor de dos tiempos y se autorizaría el ingreso de taxis con menos de 5 años de antigüedad; parque vehicular destinado a servicios (basura, policía, bomberos, ambulancias) estarían exentos de la restricción en la Ecozona.
A decir de los estudios del Centro Mario Molina, con la implementación pronta de la Ecozona se estima que al año 2025 en la Ciudad de México “pueden obtenerse reducciones en las emisiones de 7 a 19%” en los contaminantes antes mencionados.
En caso de que no se implemente la Ecozona del Centro Histórico, “las emisiones de PM10 (de las más dañinas a la salud, que incluso pueden detonar cáncer) podrían incrementar hasta en 21%”.
Los avances
En Cuernavaca la Ecozona está en el Centro Histórico del municipio; los fines de semana se cierra la circulación para dar prioridad a paseantes sin auto; se planea crear calles de prioridad peatonal, modificar los horarios de recolección de residuos e incluso sanear las cañadas cercanas.
En entrevista con Publimetro, el secretario de Desarrollo Sustentable de Morelos, Einar Topiltzin Contreras MacBeath, dijo que se espera que para final de 2016 se implementen ya las restricciones vehiculares por verificación, lo cual no implicaría un cobro por congestión.
La tarifa por congestión, dijo, “es el modelo inglés (se aplica en Londres), nosotros estamos trabajando con el modelo alemán: es más bien que aquellos vehículos que no están verificados no puedan circular” en el polígono de la Ecozona.
Algunos de los beneficios de las Ecozonas son el desarrollo del turismo, el comercio, la economía local y la integración social. En ese sentido, Contreras MacBeath dijo que en Cuernavaca aumentó en 17% la actividad económica.
A partir de mayo el Centro Histórico de Toluca, capital del Estado de México, implementará su Ecozona en un polígono de tres kilómetros cuadrados, donde residen 19 mil personas y el 15% es vulnerable a los altos niveles de contaminación.
Las acciones que se realizarán son la sustitución de luminarias por lámparas ahorradoras de bajo consumo; renovación de los camiones recolectores de basura; detonación de áreas verdes, control de emisiones de fuentes fijas, calles de prioridad peatonal, entre otras.
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Acciones adicionales
Para el correcto funcionamiento de las Ecozonas, el Centro Mario Molino realizó otras acciones paralelas como “favorecer esquemas normativos que fomenten usos mixtos y mayores densidades de uso asociadas a la capacidad de carga urbana de la zona”.
Implementar programas de construcción, mejoramiento o ampliación de la infraestructura peatonal y ciclista; regulación tarifaria de los espacios de estacionamiento, siendo más altas en zonas centrales y más bajas en cajones de disuasión en el perímetro de la ZBE para promover la intermodalidad.
Debido a que las restricciones para autos particulares en las ecozonas inciden en alrededor del 20% de la flota vehicular de la Zona Metropolitana del Valle de México”, se deberán fortalecer las redes de transporte público al interior de la ZBE.
Los estudios del Centro Mario Molina derivaron en la identificación de 25 polígonos que podrían convertirse en Ecozonas en las ciudades de Cuautla, Cuernavaca, México, Pachuca, Puebla-Tlaxcala, Tlaxcala-Apizaco, Toluca, Tula y Tulancingo.
De acuerdo con la CAMe, “Suecia fue el primer país europeo en experimentar este esquema en 1996; hoy en día existen 226 zonas de bajas emisiones identificadas, la mayoría de las cuales se ubican en países como Austria, República Checa, Dinamarca, Alemania, Italia, Reino Unido y Portugal.
