La muerte de Patricia, una niña de seis años que fue atropellada el fin de semana en Nuevo León esquina con Insurgentes Sur, en la delegación Cuauhtémoc, forma parte de un mal nacional: los hechos de tránsito son la primera causa de muerte en población de cinco a 30 años.
Patricia fue arrollada por Jorge Arturo “N”, de 35 años, quien de acuerdo con las primeras indagatorias, se habría pasado el alto; en el historial del probable responsable hay seis infracciones de febrero a agosto de 2016 por exceso de velocidad, invadir cruces peatonales y dar vuelta prohibida.
La niña iba acompañada de su hermana de 10 años y de acuerdo con testigos realizaban malabares en dicho semáforo para obtener dinero.
De acuerdo con la subsecretaria de Planeación de la Secretaría de Movilidad (Semovi), Laura Ballesteros, en la capital anualmente se registran mil 91 muertes por hechos de tránsito como colisiones o atropellamientos, y un promedio de tres personas pierden la vida por accidentes viales.
Entre las principales razones de los accidentes de tránsito destacan el exceso de velocidad, conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas, no respetar la luz roja de los semáforos y usar distractores al conducir como hablar o mandar mensajes por teléfono o maquillarse en el caso de mujeres.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citados por la Semovi, indican que México es el séptimo país a nivel mundial en hechos de tránsito, por lo cual se ha adoptado la estrategia de Visión Cero, es decir, erradicar en su totalidad las muertes o lesiones por accidentes viales.
En el país los hechos de tránsito son la primera causa de muerte en la población de entre cinco y 30 años de edad; un dato muestra el alcance de esta realidad: 800 mil personas en México viven con una discapacidad permanente causa por accidentes viales.
El informe sobre seguridad vial de 2014 del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra) refiere que los hechos de tránsito son la primera causa de muerte en niños de entre cinco y nueve años y la segunda en adolescentes de 10 a 19.
Menos accidentes, más vidas
Por ello la Ciudad de México, con el cambio de política derivada de la Ley de Movilidad que privilegia a quienes se trasladan a pie y en transporte público, se adoptó la Visión Cero, que consiste en erradicar las lesiones y muertes por hechos de tránsito; fue la primera urbe de América Latina en hacerlo.
Parte de esta Visión Cero es el nuevo Reglamento de Tránsito, que pone más restricciones a los automóviles en aras de proteger tanto la vida de los usuarios de vehículos como peatones, para generar una mejor convivencia en el espacio vial.
Resultado de este nuevo reglamento, que entró en vigor el 15 de diciembre pasado, se lograron reducir en 18.3% las muertes por hechos de tránsito hasta el 14 de julio pasado, esto es se evitó el deceso de 77 personas; además se logró que 146 personas menos resultaran afectadas con lesiones graves.
Recientemente la Semovi lanzó una campaña para crear conciencia vial: Yo me fijo, yo respeto, a través de la cual busca reforzar ocho conductas en automovilistas y motociclistas que ayudan a reducir el número de accidentes como no usar el celular al conducir, no conducir después de haber ingerido bebidas alcohólicas, respetar los límites de velocidad, usar casco, entre otras.
Debido a que el 70% de las muertes por hechos de tránsito ocurren en lugares sin infraestructura peatonal adecuada, se implementó el programa Pasos Seguros, que consiste en adecuar intersecciones para salvaguardar la integridad de los peatones y marcar tránsito seguro a los autos.
En 2015 se adecuaron 54 cruces con rediseño geométrico, señalización, ajuste de semáforos, proximidad entre sitios, cebras y áreas de espera peatonales en avenidas como Mariano Escobedo, San Antonio Abad, La Viga, Eje 8 Sur Ermita Iztapalapa, entre otras. Para antes de que concluya 2016 se espera la intervención de 42 cruceros.
¿Qué es la Visión Cero?
La Visión Cero surgió en Suecia en 1997 como un como un concepto de seguridad vial con el objetivo de frenar la pérdida de vidas humanas por hechos de tránsito.
Este concepto se basa en cuatro elementos: ético, la vida y la salud humana son supremas; responsabilidad compartida, el Estado como proveedor de infraestructura vial y el ciudadano como usuario de la vialidad son corresponsables de la procuración de la vida humana en las calles.
El tercer elemento es la filosofía de seguridad: los seres humanos cometen errores y el cuerpo humano es vulnerable y el cuarto es la creación de mecanismos para el cambio que consiste en desarrollar e implementar acciones de reducción de riesgos.
El informe de la Conapra advierte que de seguir la tendencia de hechos de tránsito y mortandad, “las lesiones mortales por incidentes viales podrían llegar a ser la quinta causa de muerte a nivel mundial en los próximos años”.