Hace catorce meses, Byron Xol fue embalado en una caja de madera por contrabandistas y enviado de Guatemala a los Estados Unidos, pero fue capturado por agentes de la frontera y arrancado de su padre.
Byron se quedó encerrado con los miles de niños separados de sus padres en la frontera México-Estados Unidos por el gobierno de Trump.
El padre de Byron fue deportado y no ha visto a su hijo en más de un año y ahora se arrepiente de todo.
Byron había sido enviado a una antigua escuela primaria en las afueras de Houston,la cual se acondicionó para albergar a 160 niños.
Tras la intervención de un abogado, Byron fue enviado con una familia para que lo cuidara y recibiera atención médica, sobre todo una lesión en un pie; además, ahí le festejaron su cumpleaños.
El padre de Byron y su familia no dejan de extrañarlo.
Un juez federal podría decidir pronto si permite que el padre regrese a los Estados Unidos. Si rechaza la moción, Byron podría ser enviado a su casa en Guatemala.
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