La Clínica Nápoles, en la Ciudad de México, cambió de giro ante la pandemia para recibir a pacientes con Covid-19; sin embargo, esto generó la furia de vecinos de la zona, quienes acusan que este centro de salud no cumple los protocolos autorizados por las autoridades sanitarias.
La falsa seguridad de los arcos sanitizadores:
Vecinos de la calle Alabama, en la alcaldía Benito Juárez, señalan distintas inconsistencias en este hospital, entre ellas, el traslado de pacientes sospechosos del nuevo virus sin cápsulas y medidas sanitarias.
Publimetro tuvo acceso a las instalaciones de la clínica en donde se comprobó que se atendían -hasta el jueves pasado- a 14 personas que dieron positivas al nuevo coronavirus, albergadas en un edificio que cuenta con cinco niveles.
En entrevista con este diario, Adán Benavides, director general de la clínica, confirmó que el cambió de giro de este centro de salud fue al inicio de este año, debido a las condiciones de propagación que se comenzaron a presentar en el mundo por el Covid-19.
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“Nosotros somos un hospital de trauma desde 2012 y, hasta el 17 de marzo de este año, cambiamos de operación; no éramos un centro de bellaza, como dicen algunos vecinos, el cambio de giro fue por la emergencia sanitaria que ha provocado el virus”, justificó.
El médico cirujano aseguró, incluso, que ha sido acosado y amenazado de muerte por vecinos del lugar, quienes exigen la clausura de la edificación por ser irregular y representar un foco de infección entre los oriundos de la colonia.
En el recorrido al interior del hospital privado se comprobó que esta unidad modificó salas de quirófano para atender a pacientes con Covid-19, con una capacidad para recibir hasta 33 personas diagnosticadas con este virus.
En total, laboran en la Clínica Nápoles 88 trabajadores, distribuidos en planta baja y cuatro niveles que conforman la edificación.
Los precios varían, por ejemplo, para acceder a un “cubículo aislado Covid” el costo de ingreso es de 30 mil pesos, mientras que la hospitalización es de 10 mil pesos; la terapia intensiva 100 mil pesos y el derecho para una sala de shock es de 30 mil pesos.
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En su acta constitutiva, en poder de Publimetro, la empresa tiene como accionistas a Adán Benavides y Carlos Federico Galaz Ramírez, bajo la razón social “Clínica de Especialidades Médicas Bevi”, cuyo registro ante la Secretaría de Economía se dio en 2019.
Al respecto, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció y aseguró que iniciarían una investigación al respecto para verificar el funcionamiento de esta clínica.
La molestia es tal que los colonos de esta calle colocaron una serie de lonas de advertencia sobre varias casas alertando sobre la operatividad de esta empresa de salud privada, que funciona desde 2012.
Es más, en entrevistas por separado, vecinos aseguran que la clínica viola el uso de suelo al ser una zona de suelo habitacional, por lo que exigieron que se atienda sus demandas y se inicie una investigación al respecto.
Lissette, vecina de la colonia Nápoles, afirmó que este centro de salud se ha convertido en un foco rojo para los que viven en esa zona, debido a que los familiares de las víctimas pernoctan a las afueras del hospital sin cubrebocas u otra medida sanitaria.
Por si fuera poco, asegura que tampoco existe –por parte del personal de la clínica y de las agencias funerarias-, un uso adecuado de los cuerpos que fallecieron por Covid-19 en este lugar.
“Hicimos un llamado a las autoridades para poner lupa sobre este establecimiento y saber si representa un foco infeccioso, aquí es una calle donde transita mucha gente y operan tres colegios de niños en los alrededores”.
En tanto, Ivonne Padilla, también vecina de la colonia, dijo que la clínica no tiene un funcionamiento regular, lo que implica un riesgo enorme para las familias que habitan en los alrededores del hospital.
“Vemos una cantidad de gente que fallece, el ruido es impresionante por las ambulancias que llegan a diario, sabemos que los desechos que se generan en este hospital tampoco reciben un uso adecuado”, precisó.
A la par, Susana Quintana aceptó que temen contagiarse por vivir frente de este centro de salud.
Por ello, hicieron una solicitud a través de change.org para que la Clínica Nápoles deje de recibir pacientes con Covid-19, ya que podrían generarse un brote de contagios.