El aspirante a la presidencia, Ricardo Anaya, sí se presentó a la audiencia inicial ante un juez tras las acusaciones en su contra por la presunta recepción de seis millones 600 mil pesos en sobornos, por parte de Emilio Lozoya, para aprobar la Reforma Energética.
Lo hizo de manera remota a través de videoconferencia por la pesquisa en su contra que lleva a cabo la Fiscalía General de la República (FGR).
Sin embargo, tras el alegato de Anaya y su defensa por no haber tenido acceso a la carpeta de investigación integrada por la FGR, la comparecencia fue aplazada para el próximo 4 de octubre.
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La audiencia fue presidida por el juez Gustavo Aquiles, adscrito al Centro de Justicia Penal Federal del reclusorio Norte, y dio inicio a las 11:15 horas. En el primer encuentro también participó la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República (FGR).
Cabe destacar que el juez determinó que la conexión a las audiencias debe darse desde el territorio mexicano. Antes, Ricardo Anaya salió del país pues se calificó como perseguido político.
«En tiempos de autócratas como López Obrador, el exilio es la única alternativa para seguir luchando», dijo este sábado al revelar la investigación.
Entre Odebrecht, la ‘locura’ y la persecución
Tras el llamado del presidente de la República para hacer público el caso que imputa a Ricardo Anaya, la FGR presentó una versión pública. En esta especifica la presunta venta del voto cuando el queretano ocupaba un puesto legislativo
La entidad detalló que Anaya recibió seis millones 800 mil pesos cuando el ex jefe de escoltas de Emilio Lozoya, Norberto Castillo, le entregó el efectivo en las instalaciones de San Lázaro.
Además, la Fiscalía señaló que el voto a favor de la Reforma Energética quedó manifestado en el Diario de Debates de la Cámara de Diputados.
