Días después de que el juego fue eliminado de las tiendas de aplicaciones por ser sumamente adictivo, la Casa Blanca recibió una carta donde se pedía que el presidente Obama trajera de vuelta a Flappy Bird.
En el mismo sitio de Internet donde se solicitó que Justin Bieber fuera deportado de Estados Unidos, Dong Nguyen, creador de la enajenante app, publicó el siguiente texto:
“Yo tengo la suerte de continuar jugando el juego de Satanás. Cada vez que pierdo mis ojos se queman como mil soles, pero estoy feliz de sentir tan tremenda emoción”.
La extraña petición no reunió suficientes firmas para que el gobierno de Estados Unidos diera respuesta a los solicitantes, según informó Ibtimes.com.
El 11 de febrero, Forbes habló con Nguyen sobre sus razones para quitar el juego a sus adictos usuarios, el hombre respondió: “Flappy Bird fue diseñado para jugar sólo unos minutos, cuando uno está relajado”, dijo Dong, “pero se convirtió en un producto adictivo. Creo que se ha convertido en un problema y para resolver ese problema, lo mejor es acabar con Flappy Bird. Se ha ido para siempre”, finalizó.
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