Por mucho tiempo discriminadas y relegadas por calificativos despectivos, ahora las mujeres de trasero grande conquistan cada vez más la cultura pop y la moda gracias a figuras como Iggy Azalea, Kim Kardashian y Nicki Minaj, entre otras. Pero su vida no es fácil. En un mundo donde la ropa está hecha para las personas ultra delgadas, estas mujeres pasan por situaciones un poco desconcertantes.
Aquí están algunas de ellas.
1. “Ahí va el trasero con la mujer”: Los comentarios por parte de los hombres en la calle, sean del tipo que sean, serán sobre su gran trasero. Los de conocidas, amigas, madres y tías son iguales. Sea para criticar o para envidiar, no faltará el recordatorio de que ustedes tienen este gran atributo.
2. Creen que tienen el derecho a tocarlo: Al ser una parte que destaca, algunas conocidas no dudarán en pellizcarlo/golpearlo/cachetearlo. En el transporte público, con algunos irrespetuosos, otra es la situación, ya que tienen que aguantar a muchos entrometidos: desde los que quieren tocar sin permiso, hasta los que lanzan miradas indiscretas.
3. Comprar jeans (o cualquier pantalón) es una tortura: ¿Jeans pegados? Olvídenlo. La industria latina carece de tallas grandes. O si hay tallas grandes la confección es tal que creen que la mujer es una gigante en toda proporción. Por eso el jean les quedará flojo de la cintura, justo en el trasero y larguísimo de ruedo. ¿Jeans descaderados? No cuentan que hay “muchas cosas” que se salen alrededor.
5. La ropa está hecha para las flacas: Kim Kardashian revela el drama de muchas al usar vestidos de alfombra roja: Están hechos para las modelos, espigadas, sin una sola curva. Pero cuando lo usan ustedes…mejor vean las fotos de Kardashian con el modelo Balmain para los Video Music Awards de este año o el Givenchy que usó estando embarazada. ¿Ahora entienden? Siempre queda igual.
6. Se atascan en todo: En los columpios infantiles, en la registradora del bus, en cualquier espacio estrecho, el trasero siempre será un gran obstáculo.
7. Lo aman/odian: Algunos critican su gran trasero como sinónimo de “vulgaridad” (sobre todo los lugares donde se ve a la flaca flaquísima como “bella”). Pero al mismo tiempo, otras envidian su trasero y quisieran tenerlo. No por nada se compran jeans levantacola para imitarlo. Ustedes no lo necesitan.
8. Todo se hunde: No pueden usar nada de telas ligeras en la parte de abajo con una tanga: Se notará en seguida todo su trasero. Pero tampoco pueden usar nada con los calzones de Bridget Jones: Las marcas (enormes) serán evidentes.
9. Todo lo que comen se irá inevitablemente… a su trasero. Las que ostentan cintura y caderas saben que una chocolatina por día las hará aumentar de talla. Y esos jeans imposibles no cerrarán nunca más. ¿Thigh Gap? En sus sueños.
10. Comparaciones odiosas: Yayita, la novia de Condorito o Jessica Rabbit son las caricaturas más comunes con las que alguna vez las podrán comparar. También con Doña Treme, en un sentido malicioso.
Bonus track: Por su forma y tamaño, cuando hacen “twerking” les sale mucho mejor que a las ultra delgadas.