En una columna publicada en el Huffington Post, el personal training Andrew Dixon revela cómo se pueden manipular las fotos que se utilizan para mostrar impactantes cambios de figura con los planes de ejercicios y dietas que se comercializan a menudo en los medios.
Según relata, hace seis meses decidió hacer la primera prueba. Con 83 kilos y 16% de grasa corporal (y en un día que se sentía particularmente hinchado), le pidió a su novia que le tomara una fotografía.
Luego de eso se afeitó la cabeza, la cara y el pecho; hizo flexiones, arregló la iluminación de su casa, apretó los abdominales y una hora después realizó una nueva fotografía, donde se aprecia un drástico y engañoso cambio en su físico.
Insistió unas semanas atrás, donde decidió realizar una serie de fotos (el mismo día), donde, supuestamente, se muestran los progresos utilizando un supuesto plan de ejercicios y dieta. Lo que se ve es un radical cambio, pese a que sólo demoró una hora en hacer la producción fotográfica y contando con más peso que la secuencia anterior.
“¿Cuál es mi punto? No trates de parecerte a alguien que se ve transformada en una foto. Déjate inspirar, pero no te desanimes si no te ves como esos modelos”, comenta Dixon en su columna y agrega: “Pasa tiempo con personas que tienen metas y valores similares y toma el tiempo para apreciarte como eres ahora. No te rindas si te comes una galleta, simplemente disfruta de la galleta y todo lo que la vida tiene para ofrecer”.